domingo, 8 de enero de 2012

Nadie muere sino aquel que Me rechaza...


¡Aquellos que os parecen perdidos están Conmigo y junto a vosotros en vuestras horas de melancolía y de nostalgia! La comunión de los Santos es la unión de los espíritus felices, ¡que cercanos a vosotros os contemplan y velan por vosotros!
¡Criaturas mías! ¡Ellos os miran! Ellos os acompañan en vuestro tiempo, salidos del tiempo, ya libres ellos: ¡los vivos en el espíritu! A veces, cuando pensáis en ellos con el corazón dolorido, ellos silenciosamente escuchan vuestro dolor, ¡y quisieran cambiarlo para vosotros en alegría!
¡Y vosotros los llamáis muertos! Nadie muere sino aquel que Me rechaza, aquél que no sabe amar, aquél que odia... ¡Yo vuestro Rabí no deseo ahora hablaros de odio, de rechazo a Mí!
¡Me gusta hablaros de gloria! La gloria es la felicidad que estalla en el alma purificada, cuando el alma entra en mi luz, en Nuestra luz y comprende la verdadera alegría, la más pura, ¡y abraza el infinito! ¡Y en el infinito viven aquellos que vosotros lloráis, y no deberíais! Llora aquel que le falta fe, la fe y la esperanza que muestra a los ojos del espíritu un mundo maravilloso, un mundo que alcanzaréis, mi Reino prometido. ¡Mi Reino no es de este mundo!
¡Es el mundo del espíritu el Reino verdadero! Y la libertad del espíritu está en mi Reino, ¡vuestro Reino!
¡Para alcanzarlo y gozarlo es necesario vivir en la tierra como Yo os enseño! ¡Amar y dar! Prodigarse y ofrecer, aceptar el dolor y ensanchar el amor. Alcanzáis entonces a quien habéis temporalmente perdido, aparentemente perdido: la vida es la vida del alma y el alma vuestra, esencia y substancia, está hecha para vivir en Mí, de Mí, y para Mí, para tener mi luz o sea la eternidad feliz.
Y no miréis las cosas del mundo: ¡son medios!
Mirad las cosas del Cielo, ¡escuchad mis palabras! Venid a Mí cuando estéis cansados, venid a Mí cuando estáis serenos, venid a Mí en toda hora vuestra.
¡Yo estoy siempre para escucharos!


Jesús

No hay comentarios:

Publicar un comentario