viernes, 29 de junio de 2012

¡Dichosos los que sufren por mí y defienden la verdad!


Todo lo que hacéis por defenderme es, para mí y para vosotros, el camino hacia  mi reino!
¡Tú, no temas!
La Iglesia verdadera, santa y eterna, soy yo, Jesús unido al Padre, unidos por el Espíritu de amor, y vosotros sois los que me amáis y no teméis de exponeros para defenderme.
Quien defiende a la Iglesia nos defiende: “¡Dichosos los que sufren por mí y defienden la verdad!”.
¡Mi Iglesia sois también, y sobre todo, vosotros!
A mis primeros discípulos, que fueron humanos, débiles, como vosotros... les dio fuerza nuestro Espíritu y así es, ha sido y será en todo tiempo para los que me han defendido.
¡Mi Iglesia! Surgirá el sol sobre las ruinas y todo lo que está podrido se convertirá en ruina; pero el bien y  la verdad harán surgir a mi Iglesia y entonces el sol brillará sobre su gloria.
Resurgirán otros edificios del Espíritu y otros templos, y mi Palabra nunca será falseada ni mal interpretada.
“¡Dichosos los que sufren por defender a la Iglesia! ¡Dichosos los que sufren por la injusticia que tienen que padecer! ¡Dichosos vosotros, que creéis en mí. Vosotros, pobres de espíritu, gozaréis en el reino de los cielos riquezas maravillosas! ¡Dichoso vosotros, que me amáis!
Desde la montaña he pronunciado palabras que han asombrado al mundo... 
“Ese hombre está loco”.
“Habla del dolor como si fuese una gracia...”
¿Estaba loco? No; conocía cada verdad y sabía de Dios y veía desde Dios a toda la humanidad que se había alejado; más aún, había sufrido.
Conozco el valor del dolor y, por eso, todavía os digo: “Dichoso vosotros que lloráis...”
Tendréis perlas y flores como recompensa de tantas lágrimas derramadas, porque en el reino viviréis felices

domingo, 24 de junio de 2012

No os preocupéis del mañana...


Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero. «Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.

Del santo Evangelio según san Mateo 6, 24-34

viernes, 22 de junio de 2012

Amas al prójimo???


¡Mis criaturas!
Cuando he dicho: "Amaos el uno al otro" quise daros la clave de la vida serena!
No lo habéis comprendido y nunca ha habido amor verdadero y completo en la tierra, porque en muchos de vosotros está la envidia, el egoísmo, el arribismo...
¡Amaos unos a otros! Sería más fácil el tránsito por la tierra y muchas cosas serían vanas y desaparecerían si el amor fuera verdadero.
No existiría política, ni ley: sería la ley del amor la que gobernase la tierra.
Y los sentimientos mezquinos no existirían, y los corazones serían puros...
¡Amaos unos a otros¡ Las pruebas serían menos duras, porque unos estarían sostenidos por los otros, el llanto sería compadecido y comprendido, y las alegrías, compartidas.
Esto es lo que Yo, Jesús, he dicho y se ha dicho para todo tiempo y para toda criatura,
Y entonces, también a ti te dije: ¡Ama! Y tú ¿por qué eres egoísta? Tú te amas a ti mismo. ¿Y te crees que eres perfecto porque amas a tus familiares, trabajas y te prodigas por ellos? ¿Y los que no forman parte de tu familia?
¿No son también ellos hermanos a quienes amar? No hay que limitar el amor; ama al mundo en Mí y entonces seguirás Mi ley: la ley del amor.
¿Y tú, que no amas sino a quienes te pueden ser útiles? ¿Qué amor crees que es ese? ¡Eso no es amor!
El amor es caridad. "Amaos los unos a los otros" quiere decir ser caritativos unos con los otros.
Quiere decir miles y miles de cosas: dar, tener paciencia, renunciar, sacrificarse, entrar en el corazón del que llora, alegrarse con la dicha ajena.
Quiere decir: ofrecer la otra mejilla. Y a veces, sufriendo porque se ama, y se obtiene mucho porque se logra más con el amor que con la venganza.
No debería existir la venganza en vuestros corazones, y el mundo sería mejor; no debería existir el egoísmo...
Cuántos sentimientos no deberían existir y, sin embargo, existen...
No obstante, Mis criaturas, Yo, en verdad, he dicho a todos:
"Amaos unos a otros!"
¿Por qué no lo habéis escuchado?
Esta inquietud Mía para vosotros, que os fue dejada como preciosa herencia, si hubiese sido escuchada ¡habría cambiado al mundo!

miércoles, 20 de junio de 2012

Cuando des limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha...


Estad atentos a no hacer vuestra justicia delante de los hombres para que os vean; de otra manera no tendréis recompensa ante vuestro Padre, que está en los cielos. Cuando hagas, pues, limosna, no vayas tocando la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados de los hombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Cuando des limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna sea oculta, y el Padre, que ve lo oculto, te premiará. Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en pie en las sinagogas y en los ángulos de las plazas, para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú, cuando ores, entra en tu cámara y, cerrada la puerta, ora a tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará. Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas, que demudan su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú, cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará.

Del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6; 16-18

martes, 19 de junio de 2012

Frases para reflexionar...San Juan Bosco


“Quien se preocupa mucho de su cuerpo y poco de su alma, acaba por caer en los brazos del demonio.”

“Si cooperas a salvar un alma, aseguras la tuya propia.”

“Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera.”

“El demonio no puede resistir a la gente alegre.”

“Para ejercer una influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías.”

“Mientras conserves la alegría, te alejarás del pecado.”

“La mejor obra que se puede hacer en este mundo es atraer las almas perdidas al buen sendero, a la virtud.”

“Comprenderás mejor la importancia del bien, si consideras que tu salvación eterna o tu condenación, depende únicamente de ti.”

“Salvando tu alma, serás feliz para siempre; pero, si la pierdes, lo pierdes todo: alma, cuerpo, cielo, Dios, que es tu supremo fin...  y esto, por toda la eternidad.”

“No basta amar a los niños, es preciso que ellos se den cuenta que son amados.”

“Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta, sino en saber enmendarse.”

“Para hacer el bien se necesita valor, estar dispuesto a sufrir cualquier mortificación, no hacer sufrir nunca a nadie, ser siempre amable.”

“La obediencia es el camino menos difícil y el más seguro para adelantar en todas las virtudes.”

“No estéis nunca desocupados; si no trabajáis vosotros, trabajará el demonio.”

“Quien tiene la conciencia en paz, lo tiene todo.”


domingo, 17 de junio de 2012

¡Rogadme por aquellos que no Me escuchan!


¡Mis criaturas, almas de Mi alma!
¡Haced todas las cosas en Mi nombre, así me sentiréis siempre en vuestros espíritus!
¡Amo el coloquio con vosotros y donde es más intenso, ante un Altar!
Aquí Yo estoy en cuerpo y espíritu, aquí existo como existo en cada cosa y en cada uno de vosotros.
En el silencio de esta pequeña Iglesia bendecida por un Ángel, aquí Yo os hablo, estoy en vosotros. ¡Os sentís ya despegados de lo terrenal, un poco más en alto, soy Yo que os traigo Conmigo, os elevo hasta Mí!
¡Jamás os dejo y quiero que nunca Me abandonéis!
Habladme, rogadme, Yo os doy todo lo que es bueno para vosotros, ya que conozco cada cosa y cada necesidad vuestra.
Os doy fuerza para que podáis estar listos a combatir en Mi nombre. Id siempre adelante en Mi nombre. Cada gesto, cada acto de amor hacedlo en Mi nombre. Y Yo iré siempre a vuestro encuentro con Mi mano tendida hacia vosotros, Mi corazón latirá con el vuestro y Mis brazos abiertos os esperarán allá, donde espero a todos, al final de vuestro tránsito terreno.
Unidos por ese hilo que se llama amor, actuad, para vosotros es tiempo de obrar, de testimoniar Mi existencia y cada Verdad Mía.
Pequeños apóstoles desconocidos para el mundo y conocidos de Mi corazón.
Mi espíritu inunda los vuestros, y a cada uno de vosotros Yo hablo de modo distinto, pero siempre con amor.
¡Y vosotros Me sabéis escuchar!
¡Rogadme por aquellos que no Me escuchan!
Acogeré cada súplica vuestra. Cada uno de los que vengan a Mí por mérito vuestro será bienvenido, y si confiareis en Mí, Me sabréis traer muchas almas.
En el silencio os hablo, escuchadme en el silencio.

viernes, 15 de junio de 2012

NO SE PARTE LO QUE HA SIDO DECIDIDO EN EL CIELO...


Las noches son el fin de cada día, como los años son el final del tiempo. Los hombres son hojas que mueve el viento y vosotros venís en mi viento, mis respiros, mis hojas.
Formaréis así el árbol de la vida, reunidos en un solo espíritu para siempre..
No se divide lo que ha sido decidido en el cielo
Divisiones provisorias, breves separaciones, sólo aparentes, porque las almas no se parten. No sabéis lo maravilloso que será vuestro eterno acontecer; y, si vuestros ojos vieran por un instante la vida del siempre, estaríais anhelantes de conseguirla enseguida.
El siempre será para vosotros, hojas del árbol que no tiene fin, el eterno árbol de la verdad y de la vida.
Aguantad en la esperanza y vivid en la caridad.
Tenéis este privilegio: Yo, Jesús, os hablo porque estáis en el designio. Y no temáis. Yo sé y conozco y en verdad os digo que cada cosa que sucede es para el bien eterno y el árbol de la vida tendrá todas sus hojas: ¡Vosotros!
Dejaos llevar por mi viento, que es el amor.
Hojas, criaturas, almas: os espera la felicidad y, sobre el puente que separa vida y muerte, estáis caminando hacia la vida.
Y os esperan vuestros otros vivientes.

lunes, 11 de junio de 2012

BORDADOS DE LA VIDA…


Cuando yo era niño, mi madre trabajaba mucho cosiendo. Yo me sentaba en el  suelo, miraba y preguntaba qué es lo que estaba haciendo. Ella me contestaba que estaba bordando.

Todos los días yo hacía la misma pregunta y ella me contestaba lo mismo. Observaba su trabajo de una posición abajo de donde ella se encontraba sentada, y repetía: “Mamá, que es lo que estás haciendo?”

Le decía que, desde donde yo la miraba, lo que estaba haciendo me parecía muy extraño y confuso. Era un amontonado de nudos e hilos de diferentes colores, largos, cortos, unos gruesos y otros finos... Yo no entendía nada.

Ella sonreía, miraba hacia mí y de manera amable me decía: “Hijo, sal un poco a jugar, y en cuanto termine mi trabajo yo te llamaré y te cogeré en mis brazos y dejaré que veas el trabajo desde mí posición.

Pero yo seguía preguntándome desde abajo donde estaba: ¿Por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y otros claros? ¿Por qué me parecían tan desordenados y enmarañados? ¿Por qué estaban tan llenos de nudos y puntos? ¿Por qué había tantos nudos e hilos enredados entre si?  ¿Por qué no tenían aún una forma definida? ¿Por qué tardaba tanto para hacerlo?

Un día, cuando yo estaba afuera jugando, ella me llamó. “Hijo, ven aquí, que te coja en mis brazos”.

Me cogió y me sorprendí al ver el bordado. “¡No me lo podía creer! ¡Desde abajo me parecía tan confuso! Pero, desde arriba, he podido ver un paisaje maravilloso.”
Entonces ella me dijo:

- “Hijo, desde abajo mi bordado te parecía confuso y desordenado porque tu no veías que en la parte de arriba había un bello diseño...

...Pero, ahora, mirando el bordado desde mí posición, tu ya puedes ver qué es lo que yo he estado haciendo”.

Muchas veces, a lo largo de los años,
he mirado hacia al cielo y he dicho:
“Padre, ¿qué es lo que estás haciendo?”
El parece responder:
“Estoy bordando tú vida, hijo”.

Y yo sigo preguntando: “Pero lo veo todo tan confuso... Padre, todo está desordenado. Hay muchos nudos, situaciones difíciles que no terminan y cosas buenas que pasan rápido. Los hilos son tan oscuros...
¿Por qué no son más brillantes?”

El Padre parece decir: “Hijo mío, ocúpate de tú trabajo, relájate... confía en mí. Yo haré mí trabajo. Un día, te llevaré a ti en mis brazos, y entonces irás a ver el plan de tu vida desde mí posición”.

A veces no entendemos qué está ocurriendo en nuestras vidas. Las cosas son confusas, no  encajan y parece que nada nos sale bien.

ES QUE ESTAMOS MIRANDO EL REVERSO DE LA VIDA.
DEL OTRO LADO, DIOS ESTÁ BORDANDO…

¡QUÉ DIOS HAGA DE TÚ VIDA UN “BORDADO” PRECIOSO!

viernes, 8 de junio de 2012

Los ángeles son los lazos entre vosotros y Yo...


Son los tiempos de los designios celestiales. Yo me revelo a vosotros a través de palabras nuevas, aunque antiguas, para enseñaros el amor, para haceros partícipes de la Verdad.
Es una enseñanza continua y una fuerza para vuestra fe. Os doy la esperanza por lo que más deseáis en vuestro corazón. Vuestros seres queridos, que ya no están entre vosotros, os han dejado sólo físicamente, pero nunca con el alma. Un día podréis verlos, que es lo que más deseáis en vuestro corazón.
Son los que os he dado, y os he quitado temporalmente, los que os devolveré para siempre en el Padre. Mi Madre conoció la tristeza y la angustia, y Yo lloré por mi Padre José y por Lázaro. Conozco los sentimientos humanos, que viví cuando hombre y, porque os amo, sé que también vosotros los vivís. Por esto vengo a consolaros con palabras de Verdad y de vida eterna. Los ángeles están por todas partes, y de la tierra suben a mí para cantar la gloria.
Hubo vuelos de ángeles sobre la gruta de Belén; otros vuelos, también de ángeles, hacia lo alto de los cielos; son los ángeles que velan por vuestras almas, que llevan a lo alto vuestros pensamientos. Yo soy el lazo de unión entre vosotros y el Padre; los ángeles son lazos de unión entre vosotros y Yo. Es el signo de este tiempo. El cielo se funde con la tierra. Señales y pruebas, porque se preparan acontecimientos. Ahora tengo aún más necesidad de vuestra ayuda, porque vosotros sois Yo y obráis en mí. Tengo necesidad de testimonios válidos de la Verdad. El rayo de luz que baja de mí a vosotros os ilumina y, una vez iluminados, dad y obrad en mí. La luz inunda y da la vida. Vida eterna, como el espíritu que no termina, porque es inmortal. Yo, eterno en el Padre, en cuanto existe sin principio y sin fin. Tal era antes de la encarnación, y sólo para redimiros me he encarnado. Es la salvación para vosotros y para muchos. Vosotros ayudadme a salvar las almas. Los tiempos ahora están llenos de hipocresía, pero también de fe, porque no puede morir la Iglesia, como tampoco morirá la fe. Vuelos de ángeles, invisibles presencias reales. Tienen el rostro que vosotros les dais. Invisibles presencias. A vuestros seres queridos los podéis ver con el rostro de siempre, con la sonrisa de siempre; los podéis oír con el alma, mientras en la nostalgia intentáis oír su voz, lejana en el tiempo.

miércoles, 6 de junio de 2012

Toda criatura que hace una obra de amor es Mi apóstol...


Mis Apóstoles no son solamente los doce aquellos; ellos fueron los primeros, luego, en el transcurso de los tiempos de la tierra, hubo otros apóstoles.

Santos hombres y mujeres que llevaron al mundo su bondad, con palabras, con obras y también con cosas materiales, y siempre con su sacrificio.

Apóstoles, las criaturas más cercanas a Mí, Mis consagrados, los mejores, los que Me conocen y creen en Mí, los padres que, como vosotros, han entregado su criatura al Cielo, porque luego de la santificación dolorosa del llanto pueden comprender mejor el llanto de otros, los que sufren en el cuerpo, los que sufren en el espíritu, Mis Apóstoles, los que aceptaron su dolor para darles un bien a los demás.
Quien no pasa por el dolor no puede comprenderlo.
A Mí no me gusta el egoísta ni el estéril. Prefiero al que se equivoca creyendo estar en el bien, antes que al que vive a cubierto, atrincherado en el mal que no hace por temor y por no arriesgar.

Toda criatura que hace un gesto de amor es un Apóstol Mío.
Recorred vuestro camino, Mis criaturas, mirándome delante de vosotros, siempre un poco más en alto que vosotros, y seguidme; nunca erraréis.
No juzguéis, nunca temáis dar a quien, según vosotros, no lo merece.
A Mí me corresponde el juicio, vosotros dad. Toda criatura merece un bien de los demás y, al actuar este bien, le abre camino hacia otras criaturas.
No basta con hablar, hay que actuar; no es suficiente rogar, es necesario obrar.
No os preguntéis cómo y cuándo. Eso lo sugeriré Yo, siempre, cada vez que quiera de vosotros una obra de bien hacia los demás.

No grandes cosas, también las cosas pequeñas pueden dar Luz.
Y pronto llegará el momento en que se deberán conocer Mis palabras de Luz.
Por el momento, sigue escribiendo, escuchando, sabiendo escuchar Mi voz y las otras voces. Después actuarás y tendrás más palabras y palabras, para tu bien y el de los demás.
Yo, que vivo en toda criatura Mía en silencio, escojo algunas de ellas para expresar Mis ideas y Mi palabra eterna.
A estas criaturas predilectas les doy siempre la aptitud para sentirme, muchas veces no las creerán, pero nada deberán temer porque Yo, con la Palabra, envío la prueba.

domingo, 3 de junio de 2012

Me has ofrecido a Mí una ofensa: ¡Yo me siento feliz! ¡Y estoy contento de que la hayas soportado sin vengarte!"...


¡Mis criaturas!
¡Como a los primeros, a vosotros os enseño las grandes y las pequeñas cosas!
Como a los primeros, os enseño a pasar por la tierra para llegar hasta Mí, entre los brazos de quien os ha precedido, en la luz maravillosa, en la felicidad jamás conocida en la tierra...
¡Y las pequeñas y las grandes pruebas de cada día os conducen a elevar el espíritu, a mejorarlo!
¡Cada día! Cada día dedicadlo a Mí, usad para Mí vuestras horas. Seréis recompensados, nada de lo que Me deis se perderá. ¡Todo será exaltado!
Un día de aquel tiempo, Bartolomé Me preguntó:
"Rabí, me ha ofendido un hombre que yo había beneficiado y me ha dicho palabras malvadas, acusándome por cosas que no cometí: Yo lo he tratado como amigo, pero él ha visto en mis acciones algo injusto contra él, ¡y eso no es cierto!"
"¡Bartolomé, tú podrás aclararle tus razones, pero con buenos modos! No importa que él después se crea más astuto que tú porque no te has vengado. ¡Importa lo que sucede en tu alma!"
"¿Y qué ocurre en mi alma?"
"Se reviste de luz: Me has ofrecido a Mí una ofensa: ¡Yo me siento feliz! ¡Y estoy contento de que la hayas soportado sin vengarte!"
¡Y lo mismo digo para vosotros! Quisiera veros a todos completamente límpidos, no Me gusta la mezquindad, y menos aun en quienes deberían ser ejemplares...
Mi padecimiento en la Cruz fue mayor por aquellos que creían en mi, (pero creían mal en mi), que por los que no creían en mi por no haberme podido conocer.
Mis criaturas, aún ahora, ¡la sangre que mana de las imágenes es causada mayormente por los que creen mal en Mí!
Los que no Me conocen, no por su culpa, ¡cuando Me conozcan serán mejores que los otros!
¡Os pido plegarias por los consagrados que no se comportan como tales!
¡Ellos no deberían dar sino buenos ejemplos, conocer la caridad y vivir el perdón! ¡Os engañan!
¡Lo sé, mis criaturas! ¡Cuántos de vosotros se alejan de Mí por culpa de ellos!
¡Entonces Yo os llamo a vosotros a sustituirlos para traerme almas! ¡El maligno es fuerte, la humanidad es débil!
Para eso estoy Yo con mi Espíritu, y existe el amantísimo Padre; mi Madre os protege, y también mis Santos.
¡Os cuidan vuestros Ángeles! Esto debe ser alegría y fuerza para vosotros.
Olvidad las ofensas que os vienen de los demás, más bien sentid pena por ellos y ¡tratad de no ser nunca como los que no son ejemplares, y deberían serlo!
Ellos también son hombres... Yo querría verlos santos, por vosotros, ¡recibiríais de ellos más fuerza, más fe! ¡Rogad por ellos! ¡Hacedlo por Mí!