viernes, 6 de julio de 2012

Comprender el dolor significa tener una fe segura...


¡Mis criaturas!
¡Yo he venido para el espíritu! ¡Y vosotros vivid para el espíritu!
Vivir para el espíritu quiere decir: vivir en el mundo para conseguir la vida en Mi Reino.
Y viviendo para el espíritu haréis que también los hermanos vivan para el espíritu: aquellos que os envío, puesto que encontraréis aquellos que os mando puesto que os buscarán, aquellos por los cuales Yo, Jesús, en verdad os digo: os utilizaré como Mis instrumentos!

Mis manos sois vosotros, sois vosotros Mis pies, Mi voz, sois vosotros si obráis en Mi nombre.
¡Y entonces no temáis! Obrad para los espíritus y haced también obras materiales mediante la caridad, ya que la caridad es dar lo que se ha recibido, tanto para el espíritu cuanto para la materia,
Vosotros sois Mis manos, Mis pies, Mi voz, si me sabéis sentir en vuestro espíritu.

Yo he venido para hablar a los espíritus. Y he venido para redimirlos. He dejado en la tierra una herencia de amor para vosotros, Mis manos, Mis pies, Mi voz!
Y vosotros debéis dejar para otros: los hermanos, esta herencia de amor: esta es la Redención que continúa en el tiempo a fin de que superado el tiempo, toda criatura Mía pueda vivir en la luz eterna.
¿Qué es, por lo tanto, esta luz para vosotros?

¿Cómo creéis que es Mi luz?
Para conocer Mi luz es necesario haber superado el tiempo, sin embargo, os doy un rayo de esta Mi luz, a todos si lo quieren aceptar: este rayo es la fe que os vuelve fuertes, este rayo es Mi amor, que inunda vuestras almas...

¡Criaturas Mías, cuando hayáis superado el tiempo y ganado la verdadera vida, Mi luz no será ya más un solo rayo sino un haz infinito de rayos: la gloria que estalla en el espíritu purificado y santificado!
Y entonces, vale toda pena, vale toda lágrima, vale todo dolor, el más grande, vale toda renuncia, toda carga, todo sacrificio!
Entonces, en Mis rayos, cuando hayáis conocido el valor verdadero del dolor bajo toda forma, entonces me daréis gracias de todo vuestro padecimiento: esas cargas, esas mordeduras en el alma, esa desolación que no existe en el Reino Mío y vuestro, puesto que allá está la alegría plena: Mi luz.
He aquí, Mis criaturas, cómo os demuestro el valor del dolor, he aquí por qué he llamado felices a quienes lloran. ¡Ellos: los elegidos!

Comprender el dolor significa comprender la Verdad, significa comprender Mi Pensamiento, que no es vuestro pensamiento, significa comprender vuestro verdadero bien, que vosotros en la tierra muchas veces no podéis conocer, pero si confiáis en Mi comprenderéis y me diréis con el corazón y con el alma: Hágase tu voluntad, porque Tú sabes y yo no sé, Tú conoces y yo ignoro.
Comprender el valor del dolor significa mantener el alma en alto, junto a Mí.

Significa vivir en el mundo y estar ya un poco en el Cielo. Comprender el dolor quiere decir tener una fe segura.
Esto es lo que Yo, Jesús, deseo de vosotros.

2 comentarios:

  1. AMEN, que DIOS nuestro SEÑOR nos siga dando fe, y que en este mundo pasemos entendiendo el proposito de nuestro PADRE CELESTIAL. AMEN

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  2. Comprender el dolor tambien nos hace libres

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