miércoles, 9 de noviembre de 2011

Os espero allá, donde me devolveréis la Cruz...


Mis ovejitas vueltas a encontrar Me harán salvar otras ovejitas Mías.
Yo amo a quien ha vivido, ha conocido y ha sufrido, puesto que he querido para ellos todo eso, para hacerles llegar hasta Mí.

Para hacerme comprender.
No Me busca ni Me comprende quien vive para las cosas materiales, quien busca en lo pasajero alegrías que después no existen.

Mis ovejitas rescatadas, os he dado la carga de Mi Cruz, para que vosotros, trayéndola de nuevo hasta Mí, reencontrarais Mi rostro, volvieseis a sentir Mi voz.



Os presté la Cruz para haceros volver a Mis brazos, para salvaros.
¡Cuán querida Me es la Cruz, ya que ha podido salvar a muchos!

Y eso que tengo más querido Yo lo regalo a quienes más quiero.
¡No lloréis por vuestra Cruz, es la Mía!

¡Dad por ella gracias, os ha madurado, os ha espiritualizado, os conducirá a la casa del Padre!
Y entonces comprenderéis el valor de aquel Madero, el valor de esa carga que habéis sabido llevar sin equivocar el camino.
Y entonces estaréis entre Mis brazos.

Os espero allá, donde Me devolveréis la Cruz.

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