lunes, 10 de octubre de 2011

Vuestro indagar sobre los misterios que os superan, frecuentemente es un buscar la negación de lo que somos Nosotros Trinidad, a menudo es un procurar verme hombre como vosotros...


¡Mis criaturas!
Os habéis alejado tanto de Mí que ya no sabéis ver la realidad.
Y entonces miráis lo que sucede y lo veis como si todo fuera una negación de Mi existencia.
¡Ante vuestro dolor y el de los demás, pensáis que si Yo existiera verdaderamente, no permitiría el dolor!
Por ello os digo en verdad, Yo, Jesús, el Hijo de DIOS y DIOS en la Trinidad, vine a mostraros que el dolor debe existir; ni jamás os prometí la felicidad terrena sino la gloria de los Cielos, por esto os digo en verdad, también para esto existo: pruebo a la humanidad para que regrese a Mí.

Y la pruebo a menudo en los mejores, aquellos que Me ayudan en Mi dolor, y a ellos he dicho, digo y diré: "¡Bienaventurados!"
Y vosotros no lo comprendéis porque os habéis alejado de Mí y vivís de la materia.
¡Vosotros queréis la felicidad en la tierra!
¡No sois entonces verdaderos Cristianos, porque el verdadero Cristiano se consagra al martirio por Mi Cruz y su Fe!

Vuestro indagar sobre los misterios que os superan, frecuentemente es un buscar la negación de lo que somos Nosotros Trinidad, a menudo es un procurar verme hombre como vosotros.
Y fui hombre como vosotros por vosotros, pero fui y soy Divino, y esta Divinidad lo podéis entender si lo queréis, si estáis con el alma abierta hacia Mi Cielo: obrando así, Mi pensamiento penetrará en el vuestro. Sin embargo vosotros buscáis anular en Mí toda Divinidad, algunos de vosotros Me llaman Profeta...
Vuestro indagar sobre los misterios queridos por Mi Padre –de otro modo vuestra Fe no tendría mérito– es casi siempre un quererme alejar de vuestras almas.

¡Sin embargo Yo soy el que soy, era cuando nadie era y seré cuando cada uno será!
Vosotros veis las cosas de la materia, las cosas perecederas y vanas, rechazáis el dolor y no recordáis Mis promesas que son para una Verdadera Vida, no para aquel instante vuestro que es el tiempo, como prueba, y es nada frente a la eternidad.
Solamente en la eternidad veréis la Verdad y comprenderéis cada cosa.
Sabed esto al menos y recordadlo: Amadme y amad a Aquel que lo creó todo y es, amad Al que os inspira, Aquel que inundó de luz a los primeros e inunda de luz a los últimos, somos Nosotros vuestra luz, aquella luz que Yo prometí, somos vuestra Esperanza y lo que sucede es por el bien de vuestras almas.
¡Nosotros miramos las almas!
Y vosotros con frecuencia no lo comprendéis, sin embargo lo que sucede está escrito y muchos de vosotros nunca habéis leído lo que está escrito, y hay entre ellos, los primeros, prontos a la rebelión, dispuestos a juzgarme
Nunca falté a Mis promesas.
Y mantengo Mis promesas.
¡Sois vosotros quienes a menudo faltáis a Mi Voluntad!
Este testimonio de Mí os llega a través de una de Mis sendas.
¡Conoced esta senda!
Que os sirva de ejemplo, seguidla, escuchadla, habla de Mí, os sirve de ejemplo porque ha comprendido todo cuanto ahora busco haceros comprender.

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