viernes, 24 de junio de 2011

No juzguéis jamás...

¡Mis criaturas!
Cuando un pecador se arrepiente y viene a Mi, ¡en el Cielo se hace fiesta! Yo, vuestro Rabí, he venido por los pecadores, y vosotros en Mí obrad por los pecadores. Os los mandaré Yo cuando deba mandároslos, ¡vosotros poneos a mi disposición! Y no perdáis el ánimo por lo que tal vez os ocurra: ¡Yo me ocupo de vosotros, vosotros confiad en Mí y sabed siempre que Yo estoy con vosotros!
En aquel tiempo, el hijo que dejó la casa y se fue por el mundo, fue amado por el Padre igual que el hijo fiel, y cuando regresó hizo una gran fiesta. A veces vosotros juzgáis y alejáis a quien no os parece digno de vuestra ayuda, y entonces olvidáis el amor.
Es una fuerza de la voluntad saber amar a todos, y vosotros debéis poner vuestra voluntad, y Yo pondré en vosotros otra fuerza
Vosotros humanidad a menudo os dejáis estar y miráis solo vuestros pesos y vuestras pruebas: miradme a Mí y Yo os ayudaré
Aquellos que me siguen, si confían en Mí, tienen serenidad y paz en el espíritu. No juzguéis jamás, venced en vosotros vuestras antipatías, y tened confianza en el prójimo.
En el mundo hay tanta maldad, pero existe también el bien. ¡A menudo escondido, pero existe!
Procurad descubrir el bien y ayudad a aquellos que no lo conocen.
"Rabí, tú nos enseñas a no juzgar, y nosotros que somos débiles frecuentemente juzgamos, ¡Ayúdanos tú Rabboni a ser mejores!".
"Felipe, ¡estas palabras son una plegaria! Y para ti y para aquellos que después me pidan así, en verdad os digo: ¡seréis escuchados!
Y vosotros de ahora, confiad en Mí, e id serenos y en paz.
¡Estoy Yo!

JESÚS

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