sábado, 9 de abril de 2011

¿Por qué DIOS tuvo necesidad de crear al hombre?

Mensaje de Jesús

¡Mis criaturas!
Mis palabras hacia vosotros, como a los primeros, muchas veces están con vosotros cuando a menudo me llamáis, o bien me invocáis; la Trinidad está en vosotros que la reflejáis, ya que el hombre es a imagen y semejanza de DIOS: Su criatura, para la que se ha creado un universo.
Algunos, mejor dicho, muchos, se preguntan:
"¿Por qué DIOS tuvo necesidad de crear al hombre?".
Así un día de aquel tiempo, me preguntó esto Judas, el que después me traicionó:
"Rabí, ¿por qué DIOS ha creado al hombre? Pienso que un DIOS no tiene necesidad de nada. ¿De qué le sirve el hombre a DIOS? ¿Y por qué, entonces, DIOS creó algo que a Él no le podía servir?..."
"¡Judas, Judas! ¡Tú ves cada cosa y cada hecho en función de lo que puede servir o producir en lo material! DIOS Trino, siendo amor, se expande en el amor por encima del tiempo, lo engrandece y crea para la felicidad de Sus criaturas, porque para ellas ha creado la felicidad del espíritu!".
"Rabí, ahora bien, el espíritu será importante, por cierto, tú lo dices, pero si DIOS es amor ¿por qué permite el sufrimiento, por qué lo envía sin que se lo pidan a aquellos que no hacen mal, inclusive a aquellos que tú llamas: los justos?".
 " No es el mundo–tierra el lugar de felicidad de las criaturas, Judas, el mundo–tierra es una pausa para ir más allá, un punto de partida, la prueba y la carga de la carne para utilizar el alma para el bien o para el mal, puesto que el hombre es libre y puede discernir".
" Rabí,, pero tú que has venido a traer la Verdad, ¿traerás también la felicidad a la tierra? ¡De otra manera no te creerán! El hombre desea la riqueza, y la riqueza da todas las comodidades".
"Judas, Judas, levanta tu mirada de la riqueza material, cierto, da comodidades, pero asfixia al espíritu y lo deja árido y perezoso, hace egoísta al hombre... Yo no traeré la riqueza a la tierra. Yo muestro el camino del Cielo, donde la riqueza es muy superior y será para siempre. Judas, Yo no Me complazco en aquellos que aman el dinero más que cualquier otra cosa, los compadezco, y a todos vosotros digo que tratéis de cambiarlos, no los amo por lo que hacen, los amo como a toda criatura, y por misericordia.
Mira, Judas: amo a todos, pero no puedo amar muchas cosas que veo en ciertas almas; esas serán mis espinas, cosa que tú ahora no puedes saber; tú trata de no ser una de mis espinas..."
"Rabboni, ¡no comprendo!"
"¡Lo sé, Judas! ¡Yo te doy palabras de luz, de ti depende mantener esta luz!"
Y a vosotros, Mis criaturas, después de haber dicho de Judas que veía el poder y el bienestar solamente en el dinero, en verdad os digo:
Lo suficiente, la tranquilidad conquistada con el trabajo honesto debe bastar al hombre de fe, y hacer que agradezca por todo ello al Cielo.
Y si algunos no tienen ni siquiera lo suficiente, aun siendo ellos justos: he ahí su prueba que vosotros, a pesar de conocerlos, podréis aliviar: ¡mis manos!
Si os hago encontrar a quien tiene hambre y sed, corresponde a vosotros aplacar su hambre y calmar su sed, ya sea de fe o de cosas materiales.
Vosotros abandonados a Mí, ofreceos a Mí y Yo os enviaré aquellos que convendrán para vosotros. Sea que tengan ellos hambre y sed de espíritu o de materia.

Yo, vuestro Rabí, comprendo vuestra humanidad, vuestras debilidades y temores. También esas cosas son pruebas para vosotros, ¡pero os quiero pobres de espíritu! ¡Yo, vuestro Rabí, un pobre Rey con corona de espinas, un Rey que nada poseía en riquezas del mundo, un Rey radiante de gloria que os espera en Su Reino!

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