martes, 5 de marzo de 2013

"Sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella". (Mt 16. 18)


¡Mis criaturas!
Mi Iglesia estará mientras exista la tierra, unida y única.

Soy Yo, Jesús. Mi Iglesia, y Yo nada puedo temer, así como todo lo que proviene de Mi voluntad nada teme, soy Yo quien desea todo esto!

¡No os inquietéis por tanto, ni os pongáis problemas sobre lo que veis u oís: cosas humanas, no juzguéis, sino pensad en Mis palabras de todo tiempo: las Palabras del Evangelio, que son para todo tiempo!
¡Buscad siempre en vosotros lo que tenéis de mejor en vosotros: los méritos, y cultivadlos!
Alzad el espíritu cumpliendo, con vuestra voluntad, la Mía.

¡Mirad Mi rostro, mirad Mi Cruz, mirad con júbilo y esperanza Mi Resucitar, que es también el vuestro!

Mirad con amor a los hermanos, no tengáis y no os hagáis enemigos.
¡Imitad Mi vida, pensad en lo que Yo haría cuando vosotros actuáis, pensad en cómo habría obrado Yo!

¡En aquel tiempo veía también esta época vuestra: soy Divino!
Y ya había resuelto para vosotros vuestros problemas: os exhortaba al amor, a no juzgar, a imitar Mi vida terrena.

¡Éste es el camino para la vida celestial!
Mis palabras fuera del tiempo son para todos los tiempos.
Soy sencillo, soy claro, soy amoroso, deseo ser comprendido.
En verdad os digo que si Me habéis comprendido lo habéis comprendido todo.

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