¡Mis criaturas!
¡Vosotros que, por
privilegio Divino, recibís Mis palabras!
Yo, Jesús, en verdad, en
verdad os digo que a todos vosotros os escogí desde la Cruz , porque sabía que
vosotros habríais de dar de vosotros mismos algo de más que muchos otros para
la humanidad que os es más cercana y a veces lejana.
En verdad os exhorto a
hablar de Mí, llevadme a las gentes, porque todos tienen sed de Fe. Y La fe en
Mí sostiene el mundo de aquellos que, en este mundo hecho de esperanza y amor,
viven para vivir después en la feliz realidad del verdadero mundo.
Os bendigo, criaturas Mías,
en esta noche estrellada de la tierra; allá, más allá de esas estrellas, todo
un mundo de maravilla y esplendor vela por vosotros.
No estáis jamás solos,
vosotros tenéis Fe.
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