Soy Yo quien mueve los hilos invisibles. Abandonaos a
mí con confianza y con fe. En mí, amad al prójimo. Todo ha sido hecho para
vosotros. En el tiempo, Yo me ocupo de vosotros y os muestro todo mi plan.
Es tiempo de herejías, tiempo de apostasía, pero
también de grandes auroras de fe, porque mi Iglesia será siempre mi Iglesia. En
aquel tiempo hablaba a mis primeros seguidores, después he hablado al mundo,
ahora os hablo a vosotros, en esta noche de vuestro tiempo, con un privilegio y
una ternura. Las cosas del mundo. Los dolores del mundo. Todo pasa, pero quedan
las obras de amor, capaces de revit alizar
todo.
Ahora me dirijo a vosotros, para pediros amor;
caridad, amor y testimonio de la Verdad. Confiad en mí, creed en mí. Yo me
ocupo de vosotros. Yo, el médico de las almas y de los cuerpos. Vuestro
hermano, vuestra luz.
“Vino una estrella a iluminar el mundo” Yo vine por
vosotros, y aún volveré por vosotros, porque me buscáis aun inconscientemente,
porque me habéis encontrado, y cada criatura que me ha encontrado tiene en sí
aquella luz. La luz de aquella estrella que brilló en el mundo, en Belén,
aquella noche fría. Ahora, en el silencio, Yo estoy entre vosotros, que me
habéis hablado.
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