¡Mis criaturas!
¡Os deseo coherentes con vuestros
gestos exteriores! Si os manifestáis cristianos, verdaderamente creyentes, ¡debéis
serlo realmente en el alma y demostrarlo con los hechos!
No digáis entonces amarme solamente
con la voz, prefiero el amor por Mí oculto en vuestro interior, ¡pero profundo!
¡No vengáis a alimentaros de Mí sin haber perdonado antes a un hermano o si
habéis hecho un gesto contra el amor! Lo que contamina al hombre le viene de su
interior. ¡Si el hombre no lleva en sí la maldad no será malicioso, y si es
puro no podrá sino irradiar pureza! Un día de aquel tiempo Johanan me preguntó:
"Rabboni, si siento venir
desde dentro de mí un pensamiento malo, ¿cómo puedo frenarlo?"
"Johanan, eres libre de poner
en práctica o no, ese pensamiento malo. ¡Tú sabes a lo que va al encuentro tu alma
si lo pones en práctica, y lo que adquiere y conquista si lo sabes frenar!
Toda criatura es libre para el mal
o para el bien no obstante, ¡todos saben que es bueno escoger el bien!"
"Rabboni ¿por qué se le da esa
responsabilidad al hombre? ¡Algunas veces el hombre no sabe lo que está bien y
lo que no está bien!"
"Johanan, ¡todo hombre sabe lo
que está bien y lo que no está, y según lo que comprende, sabe lo que ha sido
dicho al respecto! ¡El Padre conoce lo que cada hombre tiene en su interior y
lo juzga según lo que ha hecho y lo que ha recibido!"
"Rabboni, ¿entonces, exiges
más del que más tiene?"
"¡Claro, Johanan! Y las
criaturas siempre deben agradecer por lo que han recibido; si a alguno le he
dado mayor inteligencia, a él le reclamaré que la utilice para el bien"
"Rabboni, ¡que simple y claro
es todo lo que Tú dices!..."
¡Mis criaturas!
Todo es simple y claro, sólo que
viene muchas veces complicado, generalmente por los que tienen más inteligencia,
pero la usan mal. Agradeced al Padre Celestial por cada uno de vuestros
respiros, por cada hora, por todas vuestras cualidades (que no son mérito
vuestro). Agradecedle si tenéis una inteligencia despierta, ¡y usadla para el Bien!
"¿Qué es el bien, Rabboni?",
así me preguntó un día, Cefas
"Todos hablan del bien pero no
sé cómo definirlo, dímelo tu Rabboni Mío, ¿qué cosa es el bien?
"Cefas, ¡el bien es todo lo que da gloria
y honor a DIOS! ¡Es todo lo que proviene del amor, es toda obra buena, es
caridad, sacrificio, es todo lo que conduce a la verdadera Vida!
¡Todos saben distinguir el bien del
mal, sí bien de acuerdo con la manera de ser de cada uno! Y lo que contamina al
hombre proviene de su interior, y el hombre reconoce en sí mismo el bien y el
mal porque, además de mi ley divina, existe también una ley humana que todos
conocen, aun aquellos que no Me conocen: todos saben que no es lícito robar,
escandalizar, asesinar, traicionar... No escuchan entonces en su interior eso
que los contamina para ser después ser libres para hacer lo que a ellos les
place."
Vosotros que me conocéis y que mucho
se os ha explicado, continuad llevando el amor al mundo, en mi nombre y mucho
podréis hacer, porque os He escogido para que cumpláis lo que os he pedido y
todo cuanto de vosotros deseo.
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