sábado, 31 de diciembre de 2011

Me llamaron a una familia, donde un niño estaba muriendo...


No estáis nunca solos. Los vivientes os miran, os siguen, os aman más que antes, porque su amor está sublimado.
En aquel tiempo fui llamado a una familia, donde un niño estaba muriendo…
“Maestro, tú has resucitado a la hija del centurión… Haz algo por mi hijo…” Hablé al niño, muerto un poco antes: “Despiértate y elige: o la vida celeste o esta pequeña vida.”
“Maestro, en el momento en que he cerrado los ojos he visto mucha luz, muchos colores, y he sentido mucha felicidad, hasta ahora desconocida e inimaginada….” Cerró los ojos. Había elegido la vida celestial. “Mujer, no llores a tu hijo, porque es muy feliz….”
Y esto os digo a vosotros, que no sabéis conocer los misterios, pero debéis estar seguros de que cada cosa querida o permitida por mí para vosotros es para un bien mayor.
Los vivientes viven conmigo, viven con mi Madre y con los ángeles, y al mismo tiempo viven junto a vosotros. Dejad siempre el mejor puesto en vuestro corazón para mí y para ellos. Nosotros entramos.
Cuando llamé a Lázaro a la vida, no fue para Lázaro aquel milagro, sino para que el mundo supiera que soy el Hijo de Dios, Dios de Dios.
Los milagros son para dar la fe, aunque parezca que dan la vida, pero la del espíritu. La vida en la que todo ha sido creado para la felicidad humana. Al volver de aquella casa, los Apóstoles me preguntaron si había resucitado aquel niño que ellos sabían muerto…
“Juan, Simón, Andrés…, aquel niño ha tenido un milagro más grande: ha elegido la Vida Celestial, porque se le ha concedido…”

jueves, 29 de diciembre de 2011

Tened confianza y esperanza...


Tened confianza y esperanza: para Dios sois más preciosos que los lirios y los gorriones. Para estar en paz y serenos es necesario estar en paz consigo mismos, del resto nos ocupamos nosotros por vosotros.
Tened cuidado de vuestra alma, que es la única cosa vuestra y que debéis llevar a Dios blanquísima. Jesús, cuando era muy chico y al sonreír tenía un hoyuelo en la mejilla, un día como Dios, cierto que no sólo como niño, me dijo: "¡Immi, el Padre de los Cielos ayudará siempre a los hombres que preocuparen de mantener blanca su alma!". Quien vive horas oscuras a veces pierde la esperanza, es comprensible y perdonable. Sin embargo buscad el primer rayo de luz, ahí está, miradlo: ¡ha entrado para vosotros un rayo de sol!. Aferradlo, este rayo, es una sonrisa–promesa de Jesús: "¡Confiadme vuestras penas!". Confiadme vuestras preocupaciones. ¡Mirad, Yo vengo a vosotros para solucionarlas! Fijaos: creed totalmente sin dudas, sin incertidumbres. La fe es siempre premiada...

Mensaje de la Virgen María
"Mi Vida en Nazaret"

lunes, 26 de diciembre de 2011

Dios creó el mal??

Un profesor de la universidad preguntó a uno de sus alumnos si pensaba que todo lo que existía lo había creado Dios, el alumno no dudó en la respuesta y contestó que sí.

El profesor le contestó que si Dios lo había creado todo, también había creado el mal, por lo tanto el propio Dios era el mal, el alumno no supo que contestar, a lo que el profesor acabó diciendo que la creencia en Dios era como creer en hadas.

Otro alumno levantó su mano y le pidió permiso al profesor para hacerle una pregunta, este dijo que se la hiciera.

- ¿Usted cree que existe el frío? – preguntó el alumno.

- ¡Que pregunta es esa!… ¡Por supuesto que el frío existe! – contestó irritado el profesor.

- Señor, de acuerdo con las leyes físicas el frío es la ausencia de calor, el cero absoluto es la ausencia total de calor, y frío es solo un termino que hemos inventado para describir esta situación…. Una pregunta más, señor, ¿existe la oscuridad?

- ¡Por supuesto que existe la oscuridad! – el profesor cada vez podía disimular menos su enfado.

- Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad es la ausencia total de luz, la luz puedes estudiarse, la oscuridad no, la oscuridad es solo un termino que hemos inventado para denominar la ausencia de luz. Por esto mismo, el mal no existe.

- ¡Claro que existe!… ¡Vemos violaciones, crímenes, robos y violencia por todos lados!

- Señor, el mal no existe, al igual que en los casos anteriores, el mal es un término inventado para describir LA AUSENCIA DE DIOS EN EL CORAZÓN DE LOS HOMBRES.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Nacía en la tierra por vosotros hace tanto tiempo...


Mis criaturas,
reunidas en afecto y amistad con pensamientos
de amor y de fe, heme aquí junto a vosotros
para daros una particular bendición.
De Mí, Jesús, a vosotras Mis almas.
¡Nacía en la tierra por vosotros hace tanto tiempo,
era para la tierra un respiro para la eternidad,
moría por vosotros y por vosotros resucitaba
en un himno de luz y de gloria!
¡Vivís en la tierra, estaréis en Mí!
En verdad os digo que Mi mano está extendida
para bendeciros.
¡De Mí a vosotros!
¡Dad gracias a Mi Padre y al Amoroso Espíritu
y a Mí, Jesús, el amor hecho hombre
por vosotros, Mis criaturas, Mis almas!
Seguidme siempre, sed Yo y Yo seré vosotros.

¿Qué es el purgatorio?

- Diría que es una invención genial por parte de Dios. Y aquí quisiera proponerles una imagen toda mía. Supongan que un día se abre una puerta y aparece un ser extraordinariamente bello, de una belleza tal, nunca vista sobre la tierra. Aquí quedan fascinados, trastornados por este SER de luz y de belleza, tanto más que él demuestra estar locamente enamorado de ustedes (lo que nunca se hubiesen imaginado); se dan cuenta que también él tiene un gran deseo de atraerlos a sí, de abrazarlos; y el fuego del amor que quema ya en sus corazones los empuja seguramente a precipitarse entre sus brazos. Pero ustedes, se dan cuenta, en ese preciso instante, de que hace meses que no se lavan, que huelen mal, que se sienten horriblemente feos; tienen la nariz que chorrea, los cabellos grasosos y pegoteados, horribles manchas de suciedad sobre la ropa, etc., etc. Entonces se dicen a sí mismos: "¡No, no es posible que yo me presente en este estado!. Es preciso que antes me lave, me duche, y luego, rápidamente, regrese a verlo…". Pero he aquí que el amor nacido en sus corazones es tan intenso, tan fuerte, tan abrasador, que este atraso debido a la ducha es absolutamente insoportable. Y el dolor mismo de la ausencia, aunque dure sólo pocos minutos, causa un ardor atroz en el corazón. Y, ciertamente, este ardor es proporcional a la intensidad de la revelación del amor: es una Llama de amor...

Pues bien, el Purgatorio es exactamente esto. Es un atraso impuesto por nuestra impureza, un atraso antes del abrazo de Dios, una Llama de amor que hace sufrir terriblemente; una espera, o si quieren, una nostalgia, del Amor. Es precisamente esta Llama, esta ardorosa nostalgia la que nos purifica de todo lo que aún es impuro en nosotros. Me atrevería a decir que el Purgatorio es un lugar de deseo, del deseo loco de Dios, de Dios que ya ha sido reconocido y visto, pero al cual el alma todavía no se ha unido.

...ningún alma quisiera volver del Purgatorio a la tierra, porque ellas ya tienen un conocimiento de Dios infinitamente superior al nuestro, y no podrían nunca más decidirse a regresar a las tinieblas de este mundo. He aquí, entonces, la gran diferencia entre los sufrimientos del Purgatorio y los de la tierra: en el Purgatorio, aunque sea terrible el dolor del alma, la certeza que se tiene de vivir con Dios es tan fuerte e indestructible que el gozo de esta certeza supera aun el dolor; y por nada del mundo esas almas quisieran volver a vivir sobre la tierra donde, al fin de cuentas, nunca se tiene seguridad de nada.

Extracto de la entrevista de Sor Emmanuel a María Simma

lunes, 19 de diciembre de 2011

¡No estáis nunca solos! El Cielo os observa y os asiste...

¡Mis criaturas!
¡Me manifiesto unido a vuestros seres más queridos, que desde e1 mundo maravilloso os sonríen!
¡Juntos os traemos el amor, la esperanza, la confianza en un futuro maravilloso!
¡Venimos desde la Eternidad, para vosotros! Yo, vuestro Rabí, ellos, vuestros seres más queridos y llorados que viven en Mi amor, unidos a vosotros, ellos os aman más.
El amor no muere, el amor es para siempre, así como ellos serán siempre vuestros... ¡y os sonríen felices, a salvo, en el mundo que Yo he prometido a los buenos, a los justos, a los puros!

¡Almas queridas, vosotros también estaréis Conmigo y con ellos! La vida terrena no es más que un arco tendido hacia el Reino del amor, el mundo maravilloso que el Ángel amigo llama: ¡Armonía!
Cuando estéis allá con ellos, Conmigo, con Mi Madre, vuestra Madre, entonces conoceréis a los amigos de vuestro espíritu, reiréis con el Padre Tsing, Mi pequeño santo alegre, querido amigo vuestro y de otros, hablaréis con Agustín, con Ignacio, Buenaventura, Francisco... Y con vuestros seres queridos hablaréis de los días pasados y viviréis el Eterno presente. ¡Alegraos, entonces, esperad!

Estad tranquilos, ahora sabéis que la verdad que os traigo es Verdad, puesto que Mi boca jamás mintió.
Y ahora, con estas palabras que vienen desde lo Eterno os traigo una migaja de eternidad.
¡Hemos venido por vosotros, por amor! El amor es vida, no existe la muerte.
Si vosotros siguiereis Mis huellas, vuestra felicidad será inmensa, incomprensible para vuestra mente de carne, ¡ perceptible un poco por vuestro espíritu!
Ellos, vuestros seres queridos, están a salvo Conmigo, con Mi Madre, la madre de todos.
Ellos viven y os envían su gozo; presentes, invisibles, pero sensibles a vuestras almas.
¡El amor es para siempre, como las almas de Mis criaturas!

Dad gracias Conmigo a Nuestro Padre, quien, desde los Cielos, os mira, os ama, os consuela Nuestro espíritu y vosotros aceptad el dolor, sabiendo que luego será gozo eterno.
Almas queridas, esta comunión maravillosa de los espíritus: la comunión de los Santos, os demuestra que Mi amor por vosotros es inmenso, infinito. 

¡Yo soy el amor, soy vuestra luz, vuestra esperanza! En verdad os digo: también vuestros amados os consuelan. Estad tranquilos y llenos de esperanza.

La esperanza perfuma de flores. Yo, Jesús, soy vuestra esperanza. En verdad os digo: las flores son vuestros seres queridos que os preparan el camino de los Cielos.
¡Las lágrimas vertidas son los peldaños de la escalera que conduce a la Vida! Yo, vuestro Rabí, os sonrío, ellos os sonríen: ¡no estáis nunca solos! ¡El Cielo os observa y os asiste!

jueves, 15 de diciembre de 2011

La Misa es algo grande...


¡Mis criaturas!
La Misa es algo grande, tan grande que muchas veces no se la comprende en toda su importancia. Vosotros debéis conocerme para comprender, para gozar y estremeceros, ¡porque Yo desciendo ante vosotros y os miro!
Vosotros no me veis... solamente algunos me ven, los más puros, los que me aman y por lo tanto me conocen profundamente, porque para conocerme es necesario amarme y querer saber todo acerca de Mí: pues bien, ¡algunos de vosotros me veis con los ojos espirituales y vuestro espíritu se colma de Mí!
Quisiera que todos fueran así, y muchas veces veo corazones áridos, os veo a vosotros que venís a la Misa por obligación, a vosotros que venís por respeto humano, a vosotros por costumbre. Y os veo también a vosotros que habéis comprendido, ¡que no desperdiciáis el pan! Cuando Yo entro en vuestro espíritu en gracia, mi Corazón late unido al  vuestro. ¡Yo tu pan, Yo tu vino! Hermano de los hermanos, el Hijo del Hombre que posa su cabeza cansada sobre vuestros corazones. ¡En los corazones de aquellos que me aman, que me amaron y que me amarán!


martes, 13 de diciembre de 2011

Mi yugo es suave...


En aquel tiempo Jesús dijo: «Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga ligera».

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 11, 28-30

lunes, 12 de diciembre de 2011

Os pido plegarías por los consagrados...


¡Os pido plegarías por los consagrados que no se comportan como tales! ¡Ellos deberían dar siempre buenos ejemplos, practicar la caridad y vivir el perdón!
Os desilusionan! Lo sé, Mis criaturas!
Cuántos de vosotros se alejan de Mí por culpa de ellos!
Entonces, ¡Yo os llamo a vosotros para sustituirlos y traerme almas!
¡El maligno es fuerte, la humanidad es débil! Estoy Yo con Mi Espíritu, y existe el amantísimo Padre, Mi Madre os protege, y también Mis Santos. ¡Os cuidan vuestros Ángeles!
¡Esto debe ser alegría y fuerza para vosotros!
¡Olvidad las ofensas que los demás os hacen, más bien sentid pena por ellos y tratad de no ser nunca como los que no son ejemplares, y deberían serlo! También ellos son hombres... ¡Yo querría verlos santos, por vosotros, que sacaríais de ellos más fuerza, más fe! ¡Rogad por ellos! ¡Hacedlo por Mí! 

domingo, 11 de diciembre de 2011

Es el tiempo de los falsos profetas...


Quiénes son los profetas? Los que hacen de intermediarios entre Dios y la humanidad. Yo no soy un profeta, soy Dios de Dios y soy único y trinitario. Ahora es el tiempo de los falsos profetas que con frecuencia hacen también milagros, pero sus engaños se pueden reconocer por el comportamiento. Si faltan a la humildad; si comercian con lo que dicen, sabiendo que dicen falsedades; si son vanidosos en el espíritu. Los verdaderos profetas son los que se quedan escondidos, los que viven en el silencio y en la humildad y han sido elegidos para ser creíbles, por ser normales y equilibrados. Las profecías no son las que querrían hacer conocer el futuro, sino que son palabras divinas escuchadas por los profetas para hacer que el mundo las conozca.
La historia de la Iglesia se transmite desde siglos y es necesario que se actualice en los siglos. Yo no os digo lo que sucederá, porque al hombre no le está permitido conocer el futuro, os digo lo que debéis hacer y cómo debéis vivir para conquistaros vuestro futuro eterno. Mientras en la tierra los días pasan, en el cielo os esperan. Para esto os enseño el amor de vivir, la paciencia para soportar, la caridad para orar. Para reuniros con quienes os esperan y ya viven en la gloria. Esto es lo que cuenta para vosotros y para ellos. Vivir siempre todos reunidos en el reino celestial donde el dolor se ha acabado y la felicidad es continua y siempre nueva. No podéis imaginar la dimensión del mundo que vendrá para vosotros. ¡Infinitos los sentidos y de este modo infinitas las sensaciones! Libre en la verdadera libertad, el espíritu sutil no tiene límites de tiempo, no tiene vínculos de espacio, pero conserva el rostro que tuvo en su vida terrena, porque entre vosotros queréis volver a veros o reconoceros. Allí sois amados también por vuestro rostro, que será para siempre el espejo y para siempre el rostro del alma. Éste es el tiempo de los falsos profetas y vosotros no os hacéis engañar. Seguidme, dejad las huellas que he dejado a lo largo de todos los caminos del mundo; será la verdadera profecía. Yo he venido para vosotros, para vuestra felicidad eterna. ¡Quien ama a Dios sabe reconocer al Espíritu de Dios! Mi Espíritu, que, como viento leve sopla sobre los verdaderos profetas, humildes, escondidos, normales... y a vosotros, a través de ellos, se manifiesta para daros esperanza y certeza. ¡La vida terrena es un movimiento necesario que lleva a la vida celestial! Y yo, que vine en aquel tiempo en medio de aquellos de entonces, ahora en medio de vosotros hablo al espíritu de una de vosotros , para vosotros, a vosotros. Los verdaderos profetas existen y estas palabras lo confirman.
– “Rabboni, ¿quiénes son los profetas?”
– “Johanan, son los que demuestran a Dios a través de dones especiales, dados por ellos a los otros”.

sábado, 10 de diciembre de 2011

¿Por qué los hombres tienen tanto miedo de la muerte...?


– “Rabboni, ¿por qué los hombres tienen tanto miedo de la muerte si, más allá de ella, hay otra vida?”
– “Porque les falta fe, Simón, y también porque en ellos no existe el sentido de eternidad. Sin embargo, ¡los hombres han sido creados para la vida eterna!”.
Habéis sido creados para siempre; si estáis seguros de esta verdad, viviréis mejor en la tierra, con la esperanza, esperando y en plena pobreza de espíritu.
Las cosas del mundo pueden ser igualmente agradables, ¡pero nunca determinantes!
Y ahora aprended a vivir en el espíritu: así entraréis en el Infinito y yo estaré junto a vosotros. Escucho vuestros sentimientos y vengo a vosotros si pensáis en mí, si me llamáis. Pero si no me buscáis yo no violo vuestra libertad: La oración consiste en pensar en mí: en todos los actos de vuestra vida pensad en mí y amadme. Así no podréis equivocaros. Ésta es la oración: tenerme en la mente, llevarme en el corazón.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Mensaje de la Virgen María...


“Queridos hijos: Hoy deseo daros esperanza y alegría. Todo lo que está alrededor vuestro, hijos míos, os conduce hacia las cosas terrenales. Sin embargo, yo deseo conduciros hacia el tiempo de gracia, para que durante ese tiempo estéis lo más cerca de mi Hijo, a fin de que Él os pueda guiar hacia Su amor y hacia la vida eterna que todo corazón anhela. Vosotros, hijos míos, orad, y que este tiempo sea para vosotros tiempo de gracia para vuestra alma. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”


Jesús te espera...

viernes, 2 de diciembre de 2011

¡En verdad os digo que os seguiré en cada uno de vuestros pasos!


¡Mis criaturas,
que algunas veces os extraviáis, porque en vez de mirarme a Mí, miráis las cosas de la tierra!

Os preocupáis por las cosas que pasan, cosas a las que Yo siempre proveo si vosotros sabéis confiar en Mí. ¡Os afanáis, pensáis, buscáis remedio a cosas que Yo puedo remediar!
¿Cuántas veces os he dicho que estoy con vosotros y en vosotros?
¿Cuántas veces os he repetido que proveo por vosotros, que cuido de vosotros?
Mis palabras para vosotros son un Milagro; no es común tener el don de oír estas Mis palabras y no es común este don Mío.

Vosotros que tenéis mucho, aunque frecuentemente pensáis que tenéis poco. Vosotros que tenéis ya en la tierra la sombra de la eternidad, que os protege del ardiente sol de la vida terrena; vosotros que sois guiados desde el Cielo, vosotros que tenéis en lo alto un Ángel que antes que por los demás, obra por vosotros y os protege, deberíais estar siempre más serenos, siempre más confiados: ¡Yo os hablo!

Yo, Jesús, os he elegido para ser Mis apóstoles, ¡Yo!
¡Os he dado una fuerza capaz de haceros vivir un tanto suspendidos entre el Cielo y la tierra, os he dado mucho: conocimientos de cosas celestiales, os he prometido mucho y mucho mantendré, pero de vosotros quiero confianza, familiaridad, seguridad en Mí!

Y vosotros sois todos aquellos que entienden estas Mis palabras, ya que cada uno de vosotros que entiende, a menudo ha tenido desaliento, desconfianza y temor; pero vosotros sois todos los que ya entendieron estas Mis Palabras, enviadas a través de este dulce medio, elegido por Nosotros Trinidad, para un fin bien preciso, predestinado en el designio Divino, y todos los que Me habéis oído, sed más fuertes, más confiados y sabed mirar mejor en Mí..
Los tiempos pasan, todos vosotros que oís Mis palabras, tendréis vuestra misión.
¡Sabed ver la Verdad en vosotros y en Mí; de Mi deberéis dar mucho testimonio, ya que Yo os he elegido para esto.
Para esto os he hablado.
¡He obrado de manera que os encontréis entre vosotros porque oísteis estas Mis palabras!
¡Y Mis Palabras deben ser meditadas!
¡Y Mis Palabras deben ser escuchadas!
¡Quien Me rechaza, que no escuche, quien Me escucha, que obre!
Es una orden amorosa que os mando. Ya que, si sabéis obrar en Mi voluntad vendréis a Mí, y es este Mi deseo y es también vuestra meta.
El que más Me puede escuchar, es más responsable de lo que después hace o no hace.
¡El que Me oye es un privilegiado, ya que Yo soy el Hijo de DIOS, soy Jesús, Aquel que vino a la tierra por vosotros y por vosotros vuelvo invisible, pero real, a deciros lo que debéis saber, a vosotros, los apóstoles de los últimos tiempos!

Y todos los que escuchan sois "vosotros", tú, tú, tú, tú una madre llorosa, tú un consagrado amado de Mi corazón, tú un padre, tú una criatura que Me busca, tú una criatura que siempre Me ha amado, tú una criatura que siempre Me ha ignorado...
También tú, cierto, también tú que no te preocupas de Mí, eres querido a Mi corazón y tienes el privilegio de oírme y no comprendes aún este bien.
Y ahora os dejo a todos entregados a vuestros pensamientos y os exhorto a hablar, a dar testimonio, a amar.
Os exhorto una vez más a la caridad, que tiene tantas y tantas formas, a la bondad, a la paciencia, al amor.
¡En verdad os digo que os seguiré en cada uno de vuestros pasos!

martes, 29 de noviembre de 2011

El paraíso no es una fábula...

¿Por qué os he hablado de aquel reino, nombrándolo solamente sin describirlo jamás? Porque, humanidad del pasado, no podíais comprenderlo; os bastaba creer; erais más puros y... menos exigentes. Es ahora cuando os he mandado un ángel que os describa el paraíso, porque ahora es el tiempo en el que el paraíso parece una fábula.... Pero, al contrario, es una realidad, os envuelve, pero no la podéis imaginar; os espera, pero no podéis conocerla antes de vivirla. Os doy también palabras de verdad y de esperanza y vosotros, que conocéis el dolor más grande, la pérdida de quien amáis, sabed que estas verdades son para ayudaros, para deciros en verdad que no existe la muerte.
La muerte está estacionada en el corazón del que no cree ni espera... ¡Que en vuestros corazones hay vida! La vida que os aguarda  con los que os esperan en el reino de los cielos. Y vuestros ojos se posarán sobre sus rostros  amados... Y con sus ojos os mirarán, como os miraban. El amor no muere, porque es vida. Es vida en vuestros corazones. Preciosa vida que lleváis en vosotros mismos, pues vivirá en vosotros para que podáis darla a quien amáis, porque sólo el amor es un don recíproco.
En mi tiempo hablé de esto en secreto a Johanan, a Andrés y a mi Madre. Ellos estaban hechos para comprender lo que otros no entendían. Y así os pasa a vosotros.
El que no conoce el dolor no puede en verdad conocer el amor.
El amor verdadero y profundo que supera el espacio y el tiempo.
– “¿Cómo es aquel reino de donde tú vienes, Takini?” 
– “Immi, es maravilloso y tú serás la reina en aquel reino...” 
Mi Madre sonreía...
Aunque fuese única  y santa, era una criatura y conoció el paraíso cuando entró para ser Reina. Yo quiero confortaros porque conozco vuestras penas. Sé que os subliman, pero os pesan... Ponedlas ante mí y aligeradlas con la esperanza. ¡La certeza!
Si sólo tenéis esperanza, viviréis con alguna duda; mas la certeza os hará vivir ya en la tierra horas celestiales, aunque en el dolor, porque es la certidumbre a proyectaros con el alma allí donde estaréis.
Para vuestros seres queridos, libres del tiempo, estáis allí, porque su paraíso no podría ser tal si no pudiesen veros y si experimentasen la angustia nostálgica que, en cambio, vosotros probáis por ellos.
Sin embargo, con la certeza ¡miradlos! Volved atrás en el tiempo y vivid los recuerdos, sabiendo que todo vuelve. ¡Escuchad sus voces! Os hablan al alma. Entonces ha llegado la ley del amor, ahora os traigo la ley de la certeza. El paraíso no es una fábula. Es una vida de sueño real, de belleza infinita. Un mundo en el que los sentimientos son purísimos y donde os compenetráis mutuamente el alma para poder vivir el amor recíproco, del uno hacia el otro. Amor materno, filial, amor en sentido lato, el amor de dos criaturas que en la tierra han estado casados y que han hecho de su unión la finalidad de sus vidas.
¿Podrán jamás acabar estos amores?
El paraíso es el reino del amor.
Yo os pido amor al prójimo en mí; os pido mucho, porque debéis amar a quien no os ama, pero os he dado mucho, habiéndoos hecho encontrar a los que os han amado con toda su alma.
Y el ama es inmortal; el amor continúa y el dolor pasa, y también la nostalgia.
Me manifiesto para daros la certeza de una futura vida feliz. Y ¿para alcanzarla? El amor... Y vuestros ojos mirarán todavía con amor a los que os sanaron para siempre con amor. El perfume de las cosas en el jardín de Nazaret...
– “Immi, ¡en tu paraíso tendrás miles y miles de rosas muy perfumadas!”
Y quizás ahora mi Madre os manda un poco de ese perfume.



LA PALABRA CONTINUA...




domingo, 27 de noviembre de 2011

ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASIS



Señor, hazme un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, siembre yo amor;
donde haya injuria, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya tristeza, alegría;
donde haya desaliento, esperanza;
donde haya sombras, luz.


¡Oh, Divino Maestro!
Que no busque ser consolado sino consolar;
que no busque ser amado sino amar;
que no busque ser comprendido sino comprender;
porque dando es como recibimos;
perdonando es como Tú nos perdonas;
y muriendo en Ti, es como nacemos a la vida eterna.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Señor me has mirado a los ojos...


La nada no existe sino en el corazón árido de las criaturas sin fe...


¡Mis criaturas!
¡Nadie se desvanece en la nada! La nada no existe sino en los corazones áridos de las criaturas sin fe: la nada está en aquel que no cree y se siente solo, sin ninguna meta.
El hombre llega a la tierra de paso, para ser probado, tiene los medios para creer, si quiere, tiene mente y corazón.
El que se pierde y no en la nada, sino en la tiniebla eterna, se pierde por su voluntad, porque Yo, Jesús, vine para traer la Redención, para que no se pierda ninguno en las tinieblas.
¡Para todos es la prueba, todos tienen el modo de salvarse, a todos se les ha revelado la Verdad!

No todos quieren entender esta Verdad Mía, la que dejé y que vuelvo a recordar en el tiempo a través de Mis instrumentos. Quien se pierde lo hace por su voluntad: he ahí el libre albedrío. ¡Quien se salva lo hace por su voluntad, en la Mía! Yo vine a la tierra en aquel tiempo para que todos vinieran a Mí.

Mi Pasión para hacer comprender que el dolor es vida, Mi muerte en la Cruz, para tomar sobre Mí los pecados de la humanidad, Mi resurrección para decir a todos, y ahora también a ti, y a ti, y aun a ti: ¡resucitarás luego de tu prueba terrena!
¡Y si hubieres cumplido Mi voluntad, si hubieres amado, si hubieres dado, si fueres pobre de espíritu y rico en gracia, resucitarás en Mí, en el Padre que es luz, en el Espíritu que es amor!
¡Entonces, nadie se desvanecerá en la nada si me siguiere!
El que me sigue y camina en el sol, Mi sol es la fe, no se desvanecerá.
El que no ha hecho lo que Yo deseo y por vosotros lo deseo, por ti, y también por ti, el que no ha querido seguirme, el que no Me ama, el que Me traiciona, el que traiciona, no tendrá la vida en Mi Reino, pero nadie se desvanece: cada uno recibe el premio o el castigo, ya que la Trinidad es amor infinito, infinita comprensión e infinita justicia.
No obstante, todos han recibido los medios para vivir en Mi Reino: el Reino que ha sido creado también para vosotros que estáis pasando por la tierra. La tierra es un camino...
Y cuando perdéis o, mejor dicho, creáis haber perdido un ser querido, no penséis que se ha desvanecido en la nada. Rogad para que llegue hasta Nosotros, a la maravilla total, y sentidlo junto a vosotros, como sucede en la realidad que no veis, ¡pero que yo sé!

Yo conozco a cada uno de vosotros; Yo os conozco desde siempre y te comprendo también a ti que no crees en Mí, que dudas de Mi realidad.

¡Creerás en Mí, hermano, y Me seguirás, y caminarás Conmigo! Yo te comprendo, y acudo a tu lado para decirte: ¡ama y ten esperanza!

No has venido a la tierra para pasar y esfumarte. En ese caso, ¿para qué habrías sido creado?
No digas que no existe un Creador, no lo puedes pensar, tú comprendes que de la nada, nada puede provenir. Todo es porque la Trinidad es, porque el Creador es.
Y Observa el mundo, las criaturas, el sol, las auroras, los ocasos, las noches... ¡Y mira Mi rostro Mi Pasión, Mi Cruz!

Y mírame resucitado, inundado de luz, mira en tu interior, hermano, y Me encontrarás y Me seguirás.
Y volverás a encontrar a tus seres queridos, que te parecían perdidos, están Conmigo, o caminan hacia Mí, reza, alíviales su camino...
¡Testimonia Mi Verdad, dar la fe y, de tal modo, la esperanza, es caridad, es amor!
Tú ahora comienzas a tener esperanza, luego darás a los demás tu esperanza, y el amor seguirá adelante: ese amor activo que se llama caridad y que Yo deseo de todos, en todas sus formas:
Caridad para los espíritus, caridad para quien tiene menos que vosotros, caridad hacia los enfermos, tolerancia hacia los que no aciertan a amar, caridad hacia el que no os ama... En verdad, os digo tratad de imitar Mi vida: la vida que conduce a la Vida, allá donde no se desvanece en la nada sino que se entra en el mundo maravilloso.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Vuestra fe es la única riqueza

Vosotros, que habéis comprendido que la mía es la única vía, tenéis una gran riqueza: vuestra fe, que vale ciertamente mucho más que tantas y tantas riquezas terrenas. Vuestra fe es la única riqueza; nada vale tanto ni más que ella. Y administradla bien, para que crezca más y más… Es la única riqueza que vale, y que muchos, buscando otras riquezas, la han perdido. Han seguido otro camino y me han abandonado…

Jesús

viernes, 18 de noviembre de 2011

Sálvanos Señor


Por momentos siento mucha pena Mi Señor.
Muchos no creen en tu eterna Divinidad.
Siento una profunda tristeza viendo como muchos van directo al abismo.

Por favor Señor, ayúdanos…

Cuantos Mi Señor peregrinan por la vida fuera de tu Sagrado Corazón.
Cuantos depositan hoy sus esperanzas en maestros contemporáneos.
No conocen tu poder infinito. Te creen hombre sabio y maestro, olvidando que eres Dios. Te ponen a la altura de simples mortales y no valoran el sufrimiento de Tu Cruz.

Mi Señor  ten piedad y misericordia de todos nosotros…

Ayúdanos Señor…

Perdona mi intolerancia a quienes predican una verdad diferente a la Tuya.

Perdóname Mi Señor…

Ten piedad de nosotros, mi Señor…

Mi corazón grita tu nombre. Sólo Tú nos salvarás.

No quiero que nadie se pierda Mi Señor, perdóname Mi Señor por este, mi íntimo deseo, pero la sola idea de que un alma pueda rechazarte me estremece el corazón.

Ten piedad y misericordia de esta pobre alma, Mi Señor. Ten piedad de todos nosotros.

Sálvanos Señor…

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cuando entiendas...


Cuando entiendas que la vida es tan solo un camino a recorrer…
Cuando entiendas que todo lo que deseabas tener nunca te conformo como pensabas…
Cuando entiendas que todos tus logros no son tan importantes como creías…
Cuando entiendas que las cosas simples te pueden llenar de emoción…
Cuando entiendas que la verdad es una sola…
Cuando entiendas que tus muertos solo están fuera de tu vista…
Cuando entiendas que el dolor es necesario…
Cuando entiendas que es más grato perdonar que vengarte…
Cuando entiendas que no necesitas más de lo que ya tienes…
Cuando entiendas que se puede ser pobre pero honorable…
Cuando entiendas que se puede ser rico pero digno…
Cuando entiendas que la fe y la esperanza son más importantes que la felicidad…
Cuando entiendas que perdiste tanto tiempo buscando lo que dentro de ti estaba…
Cuando entiendas que la tierra no es tu casa…
Cuando entiendas que nunca estuviste solo…

Cuando todo eso entiendas, entenderás un poco más a Dios. El resto seguirá siendo un divino misterio.

Entender nos puede llevar toda una vida, o simplemente un instante.

Solo depende de ti…

lunes, 14 de noviembre de 2011

A través de estas palabras Mías Me conocéis mejor...


A través de estas palabras Mías Me conocéis mejor. Me sentís junto a vosotros y, en vuestro interior, infundo en vosotros serenidad y paz, os doy el coraje para aceptar las pequeñas y las grandes cosas de vuestra jornada. 
Estas palabras no podrían brotar de la fantasía humana, os dejarían indiferentes, mientras que así notáis la Verdad y no la olvidáis jamás! ¡Yo no hago cosas inútiles! ¡Mis dones no son inútiles! ¡Son necesarios para el mundo de hoy, de esta época vuestra en la cual tantas cosas provenientes de la voluntad de los hombres hacen difícil la vida, y tantas cosas queridas por Mí os elevan el espíritu!
Los dolores os elevan el espíritu¡
Y vosotros, en el dolor aceptado, mejoráis y servís de ejemplo. Y Yo no os abandono en vuestro dolor aceptado. Me manifiesto, y una vez más os digo: ¡el dolor es un don que la humanidad teme y no comprende en la tierra, es una prueba!
Entre Mis brazos al final de vuestra jornada, Me lo agradeceréis: entonces habréis comprendido.
Amadme: veréis Mi rostro en vosotros, Yo nunca os abandono y puedo, inclusive, mostrarme a veces delante de vosotros: quien Me ama, me amará mejor, y quien no Me conoce ni Me ama, Me amará. 
Yo puedo cambiar un alma en una hora, en un instante, y siempre por amor!
¡He venido a traer la Palabra, es decir, el camino de la Vida para todos; no querría perder ni siquiera una criatura, hago todo por vuestra salvación, por esto os hablo también a través de un alma!
En verdad, una vez más os digo:
para Mí, Jesús, cada uno de vosotros es como si fuera el único en la tierra, en todos los tiempos, en Mi corazón.
¡Sé amar con amor divino!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Os espero allá, donde me devolveréis la Cruz...


Mis ovejitas vueltas a encontrar Me harán salvar otras ovejitas Mías.
Yo amo a quien ha vivido, ha conocido y ha sufrido, puesto que he querido para ellos todo eso, para hacerles llegar hasta Mí.

Para hacerme comprender.
No Me busca ni Me comprende quien vive para las cosas materiales, quien busca en lo pasajero alegrías que después no existen.

Mis ovejitas rescatadas, os he dado la carga de Mi Cruz, para que vosotros, trayéndola de nuevo hasta Mí, reencontrarais Mi rostro, volvieseis a sentir Mi voz.



Os presté la Cruz para haceros volver a Mis brazos, para salvaros.
¡Cuán querida Me es la Cruz, ya que ha podido salvar a muchos!

Y eso que tengo más querido Yo lo regalo a quienes más quiero.
¡No lloréis por vuestra Cruz, es la Mía!

¡Dad por ella gracias, os ha madurado, os ha espiritualizado, os conducirá a la casa del Padre!
Y entonces comprenderéis el valor de aquel Madero, el valor de esa carga que habéis sabido llevar sin equivocar el camino.
Y entonces estaréis entre Mis brazos.

Os espero allá, donde Me devolveréis la Cruz.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Tomas de Kempis


¿Qué aprovecha tener cuidado de lo que está por venir, sino para tener tristeza sobre tristeza? Bástale al día su trabajo. Vana cosa es  y sin provecho, entristecerse o alegrarse de lo venidero, que quizá nunca acaecerá.

Busquen los hombres la gloria de entre sí mismos, yo buscaré la gloria que procede de sólo Dios; porque toda gloria humana, toda honra temporal, toda la grandeza mundana, comparada con tu eterna gloria, es vanidad y locura.

jueves, 3 de noviembre de 2011

La sabiduría de la vida y la muerte



Mateo 25, 31-46

Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme. Entonces los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?. Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis. Entonces dirá también a los de su izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces dirán también éstos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? Y él entonces les responderá: En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo. E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.

martes, 1 de noviembre de 2011

Las bienaventuranzas


Mateo 5, 1-12

Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos posseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

domingo, 30 de octubre de 2011

La virtud de la humildad...


Lucas 14,1. 7-11

En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. 

Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: 
Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: "Deja el sitio a éste", y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. 
Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado. Dijo también al que le había invitado: Cuando hagas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a los parientes , ni a los vecinos ricos, no sea que ellos, a su vez, te inviten y tengas ya tu recompensa. Cuando hagas una comida llama a los pobres, a los tullidos, a los cojos y a los ciegos, y tendrás la dicha de que no puedan pagarte, porque recibirás la recompensa en la resurreción de los justos. 


Padre, te suplico humildemente que me acompañes con tu presencia amorosa para que mi corazón se llene de lo único que necesita: fe, amor a mis hermanos y esperanza.

Jesús, que tenga la humildad de dejar a mis hermanos los mejores puestos por amor a ellos y a Dios.

Podemos vivir hoy la virtud de la humildad, dejando de pensar en nosotros mismos y dando nuestra preferencia al prójimo.

Fuente: Catholic.net 

martes, 25 de octubre de 2011

La fe es un don que el hombre se procura, da fuerza y mueve montañas...


¡Mis criaturas!
Amaos los unos a los otros, y entonces os comprenderéis y todo será transparente entre vosotros.
En aquel tiempo, al comienzo de mi vida pública, el bondadoso y prudente Simón el Zelote me preguntó:
"Rabboni, ¡yo trato de apaciguar sus discusiones, pero ellos no siempre me escuchan! Rabboni, ¿qué puedo hacer?"
"Simón, tú enséñales a ellos (los hermanos, los primeros que me siguieron, hombres con defectos, seres humanos también con valores pero... seres humanos como vosotros), por supuesto Simón, enséñales a ellos la tolerancia la paciencia y, de ese modo, la comprensión que conduce luego al amor fraterno entre las criaturas, aun entre aquellas que antes no se conocían ni habían oído hablar una de la otra.
Diles que antes de juzgarse se observen, que miren antes en sí mismos, que a lo que hacen los demás, ¡ya que no se puede ni se debe juzgar por un acto, un gesto, una palabra, cuando no se conoce el pensamiento ni el porqué de un gesto, de un acto!
Considerad entonces lo que haríais vosotros si fuerais ellos.
¿Obraríais de manera distinta? No lo sabéis, porque vosotros sois vosotros y ellos son ellos, ¡y entonces no juzguéis, no perdáis la paciencia, amaos!"
"¡Rabí, tú amas a todos, eres DIOS y eres perfecto, nosotros, criaturas humanas, muchas veces no sabemos amar ni tolerar! ¿Vendrán con el tiempo hombres mejores que nosotros?"
 "Simón, habrá en el futuro hombres santos y pecadores. Si un hombre santo me conduce un pecador hacia la salvación, lo sabrá cambiar por amor en Mí y hacia él, ¡será siempre gran fiesta para Mí!"
"¡Rabboni, me das mucha esperanza con estas palabras!"
"Simón, he venido a traer la esperanza al mundo, y a quien se haga mejor en mi nombre le daré cada vez más esperanza, que es después la fe y mueve las montañas! Habrá santos y habrá pecadores, pero ¡cuántos se harán santos en mi nombre! He ahí la Redención, que continuará en el tiempo hasta el fin del tiempo, para traer más almas a mi Reino, allá donde, todos purificados, serán santos!"
"Rabboni, ¡entonces la fe es esperanza y la esperanza es fe! ¿Por esto los justos permanecen serenos aun en el dolor, y los que no son justos están siempre preocupados?"
"Has comprendido, Simón, la fe es un don que el hombre se procura, que mueve las montañas y da fuerza. Habrá fe en el mundo y habrá muchos que no tendrán fe. Para esto dejaré en el mundo mi Espíritu. ¡Para dar la fe!