"En el núcleo del
pensamiento de la Nueva Era
reside la idea de que los seres humanos poseen muchos niveles de conciencia
dentro de los cuales podemos perfectamente trabajar, sin quedar reducidos
exclusivamente al nivel más inferior de todos, como es la vida material con sus
apegos, confrontaciones, egoísmos, sectarismos, odio y violencia, temores y
ansiedades."
El hombre de la Nueva Era se
"cristifica" a si mismo, no necesita de Cristo. Queda entonces claro
que Cristo para ellos no es el Salvador del mundo, sino tan solo un ejemplo de
lo que el hombre puede lograr por si mismo.
En la Nueva Era Jesús queda
reducido a un maestro obsoleto de una vieja religión supuestamente superada.
¡El hombre cree haber superado a Jesucristo! Ahora se cree capaz por si
mismo de la "autorrealización espiritual" y de entrar en la
"cultura holística" (nombre sofisticado para la mezcolanza de ideas
de diferentes religiones que se propone). Nada nuevo, en realidad. Es la
antigua arrogancia de lucifer y del gnosticismo.
Padre Jordi Rivero
No hay comentarios:
Publicar un comentario