La tierra es el punto de
partida para la eternidad. Desde el día en que nace en la tierra, el hombre
marcha hacia el infinito.
Ya sea largo o breve el
tránsito terreno del hombre, siempre es breve en comparación con la eternidad;
por lo tanto, el hombre, en la tierra, es una sombra.
Las sombras de la tierra no
pertenecen a la tierra, sino al sol que las produce.
Yo soy el sol. ¡A Mí, a Nosotros pertenece todo hombre!
Yo verdad os digo que estáis
pasando por la tierra para arribar al infinito que os he regalado.
En nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, esta es voz de verdad, orden y consejo.
Os explico el camino que
debéis recorrer, os uno entre vosotros, os he elegido para llevar a través
vuestro a Mí–Nosotros, para hacer de vosotros los caminos Míos.
Mis caminos que conducen
otras criaturas Mías a Mí.
A todos querría Yo salvos,
he llorado, he sufrido por aquellos que no se han salvado, que no se salvarán.
No es querido por Mí el
castigo, sino por la conciencia de los
hombres, habiendo recibido los hombres la conciencia. He aquí el misterio
del hombre que se pierde. No Yo, Nosotros no lo hemos querido.
Nosotros queremos la
salvación de todas las criaturas, porque toda criatura es hijo del Padre,
hermano en Cristo y aliento del Espíritu de Amor.
Yo, Nosotros somos Amor. No
somos castigo ni venganza, sin embargo, hemos dado al hombre la libertad, y por
este don, puesto que lo que es donado es de quien lo ha recibido, el hombre
hace suya su conciencia en el bien y en el mal.
He ahí por qué Nosotros
Trinidad debemos dejar al hombre el don del premio y del castigo.
Sin embargo, la
Misericordia es inmensa.
Yo, hijo de DIOS y hermano
vuestro, he vivido como hombre para comprender al hombre y comprender el pecado
del hombre y la misericordia para el hombre.
Todo esto que parece claro,
esto es, Mis palabras, no lo está, ya que vivir en la tierra como Yo lo ordeno
es muy, muy difícil para el hombre.
También por eso doy la Misericordia.
Comprendo al hombre que ama
las cosas de la tierra, pero quiero que ame más Mi Cielo.
Mi cielo es vuestro futuro,
la tierra es el camino para llegar hasta Mi Cielo.
Hasta vuestro futuro, que
después será presente y pasado. El presente, el pasado y el futuro se fusionan
en el no tiempo.
La belleza del infinito
reside también en el no tiempo infinito.
Yo os enviaré criaturas que
tendrán necesidad de vuestra Luz, vosotros esperad, los reconoceréis siempre,
me reconoceréis a Mí en ellos y ellos Me reconocerán en vosotros.
En verdad os digo que Me
escuchéis siempre a través del silencio.
Allí os hablo Yo con
palabras al espíritu, las palabras de Verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario