Elisa es una persona muy tímida. Se le hace muy difícil
acercarse a otras personas y es por eso que ahora está sola. Aprendió a
sentirse bien en compañía de ella misma y cree ser feliz, pero en realidad
nunca superó su miedo. Su miedo a que la lastimen, a que no la valoren, a que
no la quieran. Es por eso que se quedó sola. Sin embargo dice que “está en su
mejor momento” y se la ve mucho mejor que antes. Pero en realidad no es
una persona que esté bien, es una persona que está cómoda.
"Entonces Jesús comenzó a decirles que el Hijo del Hombre tendría que sufrir muchas cosas terribles y ser rechazado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo matarían, pero tres días después resucitaría. Mientras hablaba abiertamente de eso con sus discípulos, Pedro lo llevó aparte y empezó a reprenderlo por decir semejantes cosas. Pero Jesús se dio la vuelta, miró a sus discípulos y reprendió a Pedro: «¡Aléjate de mí, Satanás! —dijo—. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no del punto de vista de Dios»". (Mc 8:31-33)
Pedro no quería que el Mesías sufra, ni que lo mataran. Sus intenciones son muy buenas. Pero Jesús lo llama "satanás" porque prefiere la comodidad humana, antes que la incomodidad de Dios. Pedro tiene miedo. Seguramente hubiera preferido que todos crean en Jesús, y lo amen, y así el mundo sería un lugar maravilloso. Pero la vida no funciona así. La realidad a veces no es maravillosa. Nos golpea y nos duele. Y para que sepamos que nadie está exento de este dolor, Dios lo padeció primero.
Muchas veces nosotros también somos ese "satanás" que prefiere el cómodo miedo, con el cual aprendemos a vivir y ser medianamente felices, antes que el incomodo y valiente sufrimiento que nos empuja a mejorar.
"Entonces Jesús comenzó a decirles que el Hijo del Hombre tendría que sufrir muchas cosas terribles y ser rechazado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo matarían, pero tres días después resucitaría. Mientras hablaba abiertamente de eso con sus discípulos, Pedro lo llevó aparte y empezó a reprenderlo por decir semejantes cosas. Pero Jesús se dio la vuelta, miró a sus discípulos y reprendió a Pedro: «¡Aléjate de mí, Satanás! —dijo—. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no del punto de vista de Dios»". (Mc 8:31-33)
Pedro no quería que el Mesías sufra, ni que lo mataran. Sus intenciones son muy buenas. Pero Jesús lo llama "satanás" porque prefiere la comodidad humana, antes que la incomodidad de Dios. Pedro tiene miedo. Seguramente hubiera preferido que todos crean en Jesús, y lo amen, y así el mundo sería un lugar maravilloso. Pero la vida no funciona así. La realidad a veces no es maravillosa. Nos golpea y nos duele. Y para que sepamos que nadie está exento de este dolor, Dios lo padeció primero.
Muchas veces nosotros también somos ese "satanás" que prefiere el cómodo miedo, con el cual aprendemos a vivir y ser medianamente felices, antes que el incomodo y valiente sufrimiento que nos empuja a mejorar.
- Es cómodo recibir. No dar.
- Es cómodo que todo vaya bien, nadie quiere tener problemas.
- Es cómodo imaginar un mundo mejor y exigirlo, sentado desde un ordenador.
- Es cómodo no arriesgarse con una pareja y con una familia. Es cómodo (y de un gran ego) creernos autosuficientes.
- Es cómodo seguir en los pecados y no valorarse a uno mismo pero estando siempre dispuesto a criticar a los demás.
- Es cómodo ser feliz evitando a aquellos infelices que podamos alegrar.
Cree, ama y reza. Y no estés muy cómodo... toda agua estancada se pudre. No tengas miedo, valora tu sufrimiento. Sirve para que te pongas a hacer algo ahora. ¿Que hacer?
ESO LO SABES TÚ…
Agradecimiento especial a nuestro amigo de Facebook: Explicaciones
De La Biblia
No hay comentarios:
Publicar un comentario