Venid a mí, vosotros que estáis
doloridos, vosotros desilusionados, vosotros afligidos, vosotros cansados. E
intentad ser fuertes en la esperanza, que todo lo que os causa dolor u os
oprime es siempre algo pasajero, algo temporal, Yo he venido a indicaros el
camino de la felicidad. No en la tierra, donde todo pasa, sino en el cielo,
donde todo permanece.
Os traeré conmigo, a vosotros afligidos,
estaréis alegres, vosotros apesadumbrados, curados, vosotros, cansados,
descansaréis... Venid a mí ahora, posad la cabeza en mi corazón y escuchad su
latido: ¡vivid de esperanza!... Todo lo que os causa dolor u os oprime es algo
temporal; en el infinito las cosas son para siempre y yo estoy con vosotros
para siempre. Todos seréis consolaos, si habéis venido en el tiempo a mí para
que os consuele.
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