En aquel tiempo se
acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: ¿Quién es, pues, el mayor en el
Reino de los Cielos? Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: Yo
os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino
de los Cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor
en el Reino de los Cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a
mí me recibe. Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo
que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que
está en los cielos. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le
descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir
en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que
tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De la
misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo
de estos pequeños.
Del santo
Evangelio según san Mateo 18, 1-5. 10, 12-24.
Petición
Jesús, concédeme el don de buscar, con la sencillez y la nobleza de un niño, el amor.
Petición
Jesús, concédeme el don de buscar, con la sencillez y la nobleza de un niño, el amor.
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