Criaturas Mías que lleváis el amor al mundo también por vuestra virginidad de espíritu,
os reconozco y desde siempre os conozco.
¡Os estoy agradecido, y vosotros estadme agradecidos por lo que os he
dado, por lo que os he quitado y que os devolveré, por lo que he hecho siempre
por vosotros!
Os estoy agradecido porque lleváis el amor, os estoy agradecido porque
no fue por vosotros Mi sufrimiento, os estoy agradecido porque sois Míos.
Este día de la tierra que pasa es para vosotros un día de sol.
Mi rostro os mira, Mis ojos que todo ven os siguen con la mirada, Yo
estoy con vosotros en cada
instante
de vuestra vida.
Y por el dolor de ver dentro de los espíritus de tantas criaturas Mías,
estoy de nuevo en la Cruz
estoy todavía en el Gólgota.
Todavía estoy entre los dos ladrones, que para Mí representan a la
humanidad: la que aunque lo traicione, tiene el amor impreso en su espíritu y
la que no siente amor.
Y así, a través de aquellos dos que estuvieron en la Cruz Conmigo , miro a
la humanidad Conmigo en la Cruz.
¡Sabed aceptar siempre con fe este amor en Mí, Conmigo!
Yo, Jesús, en el nombre de Mi Padre y del Espíritu de Amor, en verdad,
en verdad os digo: quien soporta el peso de aquel Madero tendrá la luz eterna!
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