¡Mis criaturas!
Cuando dije: "Felices aquellos que sufren, los que lloran, los que tienen sed y hambre de justicia felices los pobres de espíritu, aquellos que no aman los bienes materiales sino por lo que valen en cuanto a su uso por un tiempo limitado, pero saben lo que cuenta: ¡el espíritu!".
¡Dije una verdad como toda otra verdad Mía, para todos los tiempos y para cada uno de vosotros!
Os he llamado "bienaventurados" y Os llamo "bienaventurados, a vosotros que sufrís en vuestro espíritu y sabéis sonreír con el rostro, vosotros que sabéis porqué sufrís y sabéis ofrecerme vuestro dolor. ¡Bienaventurados!
¡Y felices vosotros que sufrís en la materia y por la materia!
¡Y lo sabéis aceptar en Mi nombre!
¡Felices si no tenéis lo suficiente y vivís con el corazón sereno, felices si tenéis y dais en proporción, felices si anheláis ser mejores y no por vosotros mismos, por Mí, por amor hacia Mí!
¡Mis criaturas!Felices si obráis en Mí, vosotros que me habéis buscado y encontrado: sois felices porque Me habéis encontrado!
¡Felices si no me abandonareis! ¡Os llevaré a la Vida ! ¡Os hablo con Mi voz: solemne, persuasiva amante, poderosa! ¡Sentidla siempre en vosotros esta Mi voz! ¡Os he hablado a vosotros cuando hablé al mundo: allá en aquel tiempo, he hablado a la humanidad y hubo quien Me escuchó!
¡Quien me escucha y ama, puesto que Yo, Jesús, en verdad os digo: he enseñado el amor! ¡Me han escuchado Mis Santos, Mis Mártires, Me han Escuchado, Me escuchan y Me escucharán los puros!
Yo no he venido a traer el amor en vano, el amor se ha dilatado y se agrandará todavía más!
¡Me escucháis!
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