¡Mis criaturas!
En aquel tiempo, descansaba con los primeros, al anochecer, y entre
nosotros se hablaba de lo acontecido en el día; Johanan a Mi lado, mirándome
pensativo me preguntó:
"Maestro, cuando pienso en
el pecado me confundo muchas veces, porque no sé distinguir con claridad lo que
está bien y lo que no lo está. Entonces temo pecar sin saberlo y ello me
preocupa. ¡Rabí, desde que te sigo no quisiera pecar más!"
"¡Mi Juan! El pecado es lo que se obra con malicia, es todo aquello
que, conscientemente, se hace para el mal. Mira, mi Johanan: toda criatura
tiene su conciencia, pero en cada criatura existen muchos componentes que hacen
que cada conciencia sea distinta de las otras, y entonces, el mismo pecado es
distinto según cada criatura; a quien ha recibido más en inteligencia,
sabiduría, conocimiento, le será más difícil ser perdonado del mismo pecado
cometido por quien ha recibido menos.
"Johanan, quien conoce y vive el amor no peca, pero para conocer y
vivir el amor se necesita estar en gracia, ya que cuanto más se está en gracia,
más luz se tiene".
"Rabboni, ¿cómo se puede adquirir la gracia?"
"Amando a DIOS y a los hermanos, y escuchando en sí mismo esa voz
que le dice al alma lo que está bien y lo que está mal. Alejando del alma todo
sentimiento mezquino y deseando estar siempre en lo justo. Johanan: si tuvieres
siempre hambre y sed de justicia serás bienaventurado, y serán bienaventurados
todos aquellos que tendrán hambre y sed de estar en lo justo.
Ellos no podrán errar: estarán en gracia y tendrán mi auxilio. El pecado
es elegir el mal, es querer obrar el mal a propósito.
"Son muchos los pecados que llegan a contaminar al hombre desde el
interior.
Quien no desea pecar, quien no quiere pecar, quien me sigue y me seguirá
es y será, porque amándome y entregándose a Mí, siempre en gracia, Yo lo
llamaré: Bienaventurado!"
"Rabí, me das fuerza y esperanza. Estas palabras tuyas me harán
crecer con la fuerza de lo alto".
"¡No solamente tú, Johanan, no solo tú crecerás con la fuerza de lo
alto escuchando mis palabras! Más adelante vendrán muchos que, teniendo en el
alma y en el corazón mis palabras, crecerán con la fuerza de lo alto, estarán
en gracia y Yo, el Rabí de los primeros y de los últimos los llamaré:
Bienaventurados!"
Extracto del Libro La palabra continúa
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