sábado, 27 de julio de 2013

LOS DEFECTOS DE LOS SANTOS Y LAS TEMPESTADES

TEMPESTAD DE LA IMPUREZA:

MARÍA MAGDALENA.- Fue una gran pecadora pública, su vida respiraba solo impurezas, se dice que ella tenía dentro siete demonios.

Pero supo acudir a Nuestro Señor, echarse a sus pies, llorar sus pecados y pedir misericordia. Se alejó del mundo y se fue a vivir a una cueva por 30 años y allí hizo penitencia durante todo el resto de su vida. Llegará a ser una gran santa, amará como pocas personas a Nuestro Señor y se convertirá en patrona de todos los penitentes.
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Y ahora existen múltiples templos en todo el mundo dedicados a esta gran santa.

AGUSTÍN.- Fue también un gran pecador, su juventud estaba llena de impurezas que hasta llegó a tener un hijo con alguna mujer y le costó mucho trabajo dejar este vicio, pasaron muchos años antes de poder vencerlo:

"Deseaba y ansiaba la liberación, sin embargo seguía atado al suelo, no por cadenas exteriores, sino por los hierros de mi propia voluntad. El Enemigo se había posesionado de mi voluntad … de la perversión de la voluntad había nacido la lujuria y de la lujuria, la costumbre y la costumbre a la que yo no había resistido, había creado en mí una especie de necesidad cuyos eslabones, unidos unos a otros, me mantenían en cruel esclavitud”.

Y le decía a Dios que pronto iba a salir de su vicio: “Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo. Pero ese 'pronto' no llegaba nunca, las dilaciones se prolongaban, y el 'poco tiempo' se convertía en mucho tiempo".

En sus precedentes intentos de conversión, Agustín había pedido a Dios la gracia de la continencia, pero con cierto temor de que se la concediese demasiado pronto: "En la aurora de mi juventud, te había yo pedido la castidad, pero sólo a medias, porque soy un miserable. Te decía yo, pues: 'Concédeme la gracia de la castidad, pero todavía no' porque tenía yo miedo de que me escuchases demasiado pronto y me librases de esa enfermedad y lo que yo quería era que mi lujuria se viese satisfecha y no extinguida". Pero Agustín no dejó de acudir a Nuestro Señor y con la gracia de Dios, logrará vencer sus miserias y llegó a ser un gran santo, y además Doctor de la Iglesia, uno de los cuatro más importantes de la iglesia latina.

TEMPESTAD DE LA IRA

FRANCISCO era una persona muy irascible, por cualquier cosa se irritaba sobremanera. En pocas palabras eran un “león iracundo”, pero acudió a Dios y luchará contra su carácter. Después llegará a ser el gran SAN FRANCISCO DE SALES, modelo de mansedumbre y también doctor de la Iglesia.

El santo Cura de Ars también tenía un carácter fuerte, pero lo supo dominar. Una vez, tuvo en su parroquia un compañero sacerdote que era insoportable, tanto que una vez el santo se enfermó por aguantarse una fuerte ira por algo que hizo su mal compañero.

TEMPESTAD DE LA AMBICIÓN

Los apóstoles llegaron a discutir entre sí, querían saber quién sería el mejor. Nuestro Señor los regañará: “Quien quiera ser el mejor, que se convierta en el servidor de los demás”. Y así lo hicieron, pues todos adquirirán una gran humildad y consumirán toda su vida por cuidar a sus ovejas.

También Cristóbal tenía mucha ambición. Como era muy fuerte, él quería servir al que fuera más poderoso. Así comenzó por servir al gobernador de su ciudad, pero después se dio cuenta de que el rey era más poderoso y sirvió al rey. Cuando se dio cuenta que el rey temía al diablo, se propuso servir a Satanás; y cuando, finalmente, se dio cuenta de que el diablo temía a la Cruz, servirá a Nuestro Señor para siempre. Así, lo que comenzó con una ambición desordenada, terminó en ayudarle para llegar a ser un gran santo, y llegó a ser el gran San Cristóbal, patrono de los transportistas y viajeros.

TEMPESTAD DE LA INCREDULIDAD

Santo Tomás era duro de cabeza, no quería creer en la Resurrección de Nuestro Señor, pero después adquirirá una gran fe y confianza en Él, que hará grandes milagros y dará su vida por Nuestro Señor. Lo atravesaron con una lanza mientras estaba de rodillas rezando.

TEMPESTAD DEL MIEDO

San Pedro tenía miedo de confesar a Nuestro Señor delante de una simple criada, pero después lo confesará delante de 4,000 y hasta 5,000 judíos, y les recriminará en su cara el pecado de deicidio.

Hubo también muchos hombres y mujeres que por miedo a la muerte renegaron de Nuestro Señor y ofrecieron incienso a los ídolos, pero después se arrepintieron y llegaron a ser mártires.

TEMPESTAD DE LA VANAGLORIA

El sacerdote Juan iba de camino a un pueblo a predicar un sermón. Tuvo tales pensamientos de vanagloria en querer agradar a la gente que Dios hizo que se cayera del caballo. Después adquirirá una gran humildad y será un gran santo, el gran SAN JUAN BOSCO.

TEMPESTAD DE LAS MUCHAS PREOCUPACIONES

Muchas mujeres se afanan por tantas cosas: la comida, la limpieza, la ropa, planchar, lavar. MARTA era igual pero supo acudir a Nuestro Señor y aprendió a trabajar sin perder lo más importante: el agradar y contemplar a Nuestro Señor. Llegará a ser una gran santa, SANTA MARTA, muy venerada por muchos.

TEMPESTAD DE LOS DEFECTOS

VERÓNICA era terriblemente inquieta, quería siempre imponer sus caprichos a los demás. Era iracunda. Una vez arremetió a patadas las costuras de otras muchachas porque no quisieron acompañarla a rezar el Santo Rosario. Una vez Nuestro Señor le dijo: “Verónica, tu corazón no es de carne, sino de acero”. Pero Verónica acudirá a Dios, luchará contra su carácter y llegará a ser una gran santa, amante de Nuestro Señor, de sus santas Llagas; será estigmatizada y entrará a la vida religiosa. Llegará a ser la gran SANTA VERÓNICA DE JULIANIS.

José, joven sacerdote, también tenía defectos. Una vez, le dolía mucho una muela; se quejó de ello, y porque su hermana le dijo que era un quejumbroso, él no se aguantó y le dio una bofetada. Mucho luchará contra sus defectos y llegará a ser un gran santo: SAN PÍO X.

ANDRÉS era un niño terrible, rebelde y molestón. Tanto que sólo lo soportaba su propia mamá. Cuando creció, fue un estudiante problemático y promotor de desórdenes. Lo encerraban para castigarlo y se escapaba; más tarde será muy mundano, le gustarán los bailes y las fiestas. Pero también supo acudir a Nuestro Señor y con la gracia de Dios y fuerza de voluntad, llegó a enmendarse. Se convertirá en sacerdote, párroco, fundará una comunidad de religiosas y llegará a ser un gran santo: SAN ANDRÉS DE FOURNET.

TEMPESTAD DE LOS ESCRÚPULOS

Un joven religioso era muy escrupuloso, veía pecado donde no había, y esto hizo que comenzara a dejar la santa Comunión. Acudirá a Nuestro Señor y luchará con fuerza y llegará a ser un gran Santo: SAN BUENAVENTURA, escritor eclesiástico, Cardenal y Doctor seráfico de la Santa Iglesia.

TEMPESTAD DEL RENCOR

Juana no podía perdonar al asesino de su marido. Tanto luchó y se encomendó a Dios que al final lo logró y lo perdonó; hasta le pidió al asesino que fuera el padrino de uno de sus hijos. Cuando esto lo supo San Francisco de Sales, su director espiritual, se estremeció de emoción. Llegará a ser una gran santa: SANTA JUANA FREMIOT DE CHANTAL

TEMPESTAD DEL ODIO

Juan tenía gran odio contra el asesino de su hermano. Una vez, un viernes santo, cuando iba armado y a caballo con otros amigos, se encontraron al asesino sólo y desarmado. Juan estaba ya dispuesto a matarlo cuando el asesino se puso de rodillas y le suplicó -con los brazos en cruz- que lo perdonara por amor a Nuestro Señor que murió un día de viernes santo; Juan bajó del caballo y lo perdonó. Poco después entrará a una iglesia a rezar y allí oirá que Nuestro Señor le dice: “Gracias, Juan”. Llegará a ser un gran santo, el gran SAN JUAN GUALBERTO, fundador de monasterios benedictinos.

TEMPESTAD DEL AMOR A LOS VICIOS DEL JUEGO DE AZAR

Camilo era un vicioso, le gustaban los juegos de azar, todo lo apostaba, incluso sus vestidos. En 1574 apostó en las calles de Nápoles sus ahorros, sus armas, todo lo que poseía y perdió hasta la camisa que llevaba puesta. Pero acudió a Nuestro Señor y llegó a ser el gran San Camilo de Lelis, Patrono de los hospitales y enfermeros.

TEMPESTAD DE LA MUNDANIDAD

Jerónimo era un mundano. Le gustaba jugar, divertirse. Un día, cansado de esa vida mundana, acudirá a Nuestro Señor y llegará a ser el gran San Jerónimo Emiliano, el gran Patrono de los niños huérfanos.

CONCLUSIÓN

¡Qué consolador conocer estas cosas! Nosotros quizás también somos orgullosos, perezosos, vanidosos, rencorosos, mal geniudos y estamos llenos de defectos. ¡Pero no desesperemos! ¡Tenemos remedio!

Si los santos pudieron salir adelante, ¿por qué nosotros no? Este fue el pensamiento que movió a San Agustín a convertirse: “Si ellos pudieron, ¿por qué yo no?”

Acudamos a Nuestro Señor, despertémoslo con nuestras oraciones, con nuestras lágrimas, con nuestros gemidos. Él seguramente se levantará, imperará a los vientos de nuestras miserias y pecados, y pronto habrá gran bonanza. De esta manera podremos llegar a puerto seguro y no sólo al puerto de la salvación, sino al puerto de la santidad. ¡Todo es cuestión de decidirse en serio! ¡Atrévete!

Fuente: www.catolicidad.com


miércoles, 24 de julio de 2013

Mensaje de la Virgen Maria

“Queridos hijos: Hoy deseo daros esperanza y alegría. Todo lo que está alrededor vuestro, hijos míos, os conduce hacia las cosas terrenales. Sin embargo, yo deseo conduciros hacia el tiempo de gracia, para que durante ese tiempo estéis lo más cerca de mi Hijo, a fin de que Él os pueda guiar hacia Su amor y hacia la vida eterna que todo corazón anhela. Vosotros, hijos míos, orad, y que este tiempo sea para vosotros tiempo de gracia para vuestra alma. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”


Jesús te espera...

domingo, 21 de julio de 2013

Santa Teresa de Jesús


"...Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados... tener a todos por mejores que nosotros..."

"Tener gran confianza... Quiere su Majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza e sí."

"Guíe su Majestad por donde quisiere. Ya no somos nuestros, sino suyos."

"Un Santo triste es un triste Santo"

"Tu deseo sea de ver a Dios; tu temor, si le has de perder; tu dolor, que no le gozas, y tu gozo, de lo que te puede llevar allá, y vivirás con gran paz."

"Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia,
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Solo Dios basta".

"Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos;
mas no se da a sí del todo hasta que nos damos del todo".

"¡Oh hermosura que excedéis
A todas las hermosuras!
Sin herir dolor hacéis,
Y sin dolor deshacéis,
el amor de las criaturas.
¡Oh nudo que así juntáis
Dos cosas tan desiguales!
No sé por qué os desatáis,
Pues atado fuerza dais
A tener por bien los males.
Juntáis quien no tiene ser
Con el ser que no se acaba:
Sin acabar acabáis,
Sin tener que amar amáis
Engrandecéis nuestra nada".

"Quizás no sabemos qué es amar, y no me espantaré mucho; porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear en todo a Dios y procurar en cuanto pudiéremos, no ofenderle".

""Parezcámonos en algo a nuestro Rey, que no tuvo casa, sino en le portal de Belén adonde nació y la cruz adonde murió".

"En Cristo mi confianza,
Y de El sólo mi asimiento,
En sus cansancios mi aliento,
Y en su imitación mi holganza.
Aquí estriba mi firmeza,
Aquí mi seguridad,
La prueba de mi verdad,
La muestra de mi firmeza".

"Harta misericordia nos hace a todos los que quiere Su Majestad entendamos que es El, el que está en el Santísimo Sacramento. Mas que le vean descubiertamente y comunicar sus grandezas y dar de sus tesoros, no quiere sino a los que entiende que mucho desean, porque estos son sus verdaderos amigos".

"No hay que menester alas para ir a buscar a Dios, sino ponerse en soledad y mirarle dentro de sí".

"Quienes de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno favorecen, todo lo bueno lo dan, con los buenos se juntan siempre y los favorecen y defienden."

"El amor de Dios no ha de ser fabricado en nuestra imaginación, sino probado por obras".

"No le parece que ha de haber cosa imposible a quien ama".

"Mire yo a mi Amado y mi Amado a mí; mire El por mis cosas y yo por las suyas".

"Sólo amor es el que da valor a todas las cosas".

"Siempre he visto en mi Dios harto mayores y más crecidas muestras de amor de lo que yo he sabido pedir ni desear".

"¿Quien no temerá habiendo gastado parte de la vida en no amar a su Dios?"

"¡Oh Señor y verdadero Dios mío! Quien no os conoce, no os ama".

"Considero yo muchas veces, Cristo mío, cuán sabrosos y cuán deleitosos se muestran vuestros ojos a quien os ama, y Vos, Bien mío, queréis mirar con amor".

"Use siempre hacer muchos actos de amor, porque encienden y enternecen el alma".
"La perfección verdadera es amor de Dios y del prójimo".

"Quien no amare al prójimo no os ama, Señor mío".

"El amor de Dios es el árbol de la vida en medio del paraíso terrenal".

"El amor de Dios se adquiere resolviéndonos a trabajar y a sufrir por Él".

"La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios es ver si amamos a nuestro prójimo".


viernes, 19 de julio de 2013

Carta de un hijo a sus padres


No me deis todo lo que os pida; a veces lo hago para ver cuánto puedo obtener.
No me deis siempre órdenes; si me pidierais las cosas con cariño, yo las haría más rápido y con más gusto.
Cumplid las promesas buenas o malas; si me ofrecéis un premio, dádmelo... pero también dadme el castigo si me lo merezco.
No me comparéis con nadie, especialmente con mis hermanos, no sería justo y me hace sufrir.
No corrijáis mis faltas delante de otros; enseñadme a mejorar cuando estemos solos.
No me gritéis; os respeto menos cuando lo hacéis. Además aprendo a gritar también y no quiero hacerlo.
Dejadme hacer las cosas por mí mismo; si lo hacéis todo por mí yo nunca aprenderé.
No digáis mentiras delante de mí, ni me pidáis que las diga por vosotros, aunque sea para sacaros de un apuro; me hacéis sentir mal y perder la fe en vuestra palabra.
Cuando yo hago algo mal, no me exijáis que os diga el porqué, pues a veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estéis equivocados en algo, admitidlo para que crezca la opinión que tengo de vosotros y así me enseñareis a admitir mis equivocaciones.
Tratadme con la misma amabilidad y cordialidad con que tratáis a vuestros amigos; ya que, aunque sea vuestro hijo, también podemos ser amigos.
No me digáis que haga lo que vosotros no hacéis. Yo siempre aprendo, no por lo que me decís que debo hacer, sino por lo que veo que hacéis.
Enseñadme a conocer y amar a Dios, pero recordad que quiero aprenderlo a través de vuestro ejemplo.
Cuando os cuente un problema, no me digáis: “No tengo tiempo para tonterías” o “Eso no tiene importancia”; tratad de comprender y ayudadme. Para mí es importante.
Amadme mucho y decídmelo a menudo, a mi me gusta oírlo, aunque penséis que no es necesario.
“Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo, no se apartará de él” Proverbios: 22 / 6


José Luis Prieto

Dios no te preguntará...

1. Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas…
Te preguntará a cuántas personas llevaste.

2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa…
Te preguntará a cuántos recibiste en ella.

3. Dios no te preguntará la marca de la ropa que usas…
Te preguntará, a cuántos ayudaste a vestirse.

4. Dios no te preguntará cuál era tu sueldo…
Te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.

5. Dios no te preguntará cuál era tu título…
Te preguntará si hiciste tu trabajo, dando lo mejor de tus capacidades.

6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías…
Te preguntará cuántos te consideraban su amigo.

7. Dios no te preguntará en qué lugar vivías…
Te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.

8. Dios no te preguntará el color de tu piel…
Te preguntará si te importó el color de la de los demás.

9. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscarle…
Te dirá lo feliz que está de que lo hayas hecho.


10. Dios no te preguntará que religión profesabas…
Te preguntará, Por qué no le abriste tu corazón.

jueves, 18 de julio de 2013

El pecado es lo que se obra con malicia

¡Mis criaturas!
En aquel tiempo, descansaba con los primeros, al anochecer, y entre nosotros se hablaba de lo acontecido en el día; Johanan a Mi lado, mirándome pensativo me preguntó:
"Maestro, cuando pienso en el pecado me confundo muchas veces, porque no sé distinguir con claridad lo que está bien y lo que no lo está. Entonces temo pecar sin saberlo y ello me preocupa. ¡Rabí, desde que te sigo no quisiera pecar más!"
"¡Mi Juan! El pecado es lo que se obra con malicia, es todo aquello que, conscientemente, se hace para el mal. Mira, mi Johanan: toda criatura tiene su conciencia, pero en cada criatura existen muchos componentes que hacen que cada conciencia sea distinta de las otras, y entonces, el mismo pecado es distinto según cada criatura; a quien ha recibido más en inteligencia, sabiduría, conocimiento, le será más difícil ser perdonado del mismo pecado cometido por quien ha recibido menos.
"Johanan, quien conoce y vive el amor no peca, pero para conocer y vivir el amor se necesita estar en gracia, ya que cuanto más se está en gracia, más luz se tiene".
"Rabboni, ¿cómo se puede adquirir la gracia?"
"Amando a DIOS y a los hermanos, y escuchando en sí mismo esa voz que le dice al alma lo que está bien y lo que está mal. Alejando del alma todo sentimiento mezquino y deseando estar siempre en lo justo. Johanan: si tuvieres siempre hambre y sed de justicia serás bienaventurado, y serán bienaventurados todos aquellos que tendrán hambre y sed de estar en lo justo.
Ellos no podrán errar: estarán en gracia y tendrán mi auxilio. El pecado es elegir el mal, es querer obrar el mal a propósito.
"Son muchos los pecados que llegan a contaminar al hombre desde el interior.
Quien no desea pecar, quien no quiere pecar, quien me sigue y me seguirá es y será, porque amándome y entregándose a Mí, siempre en gracia, Yo lo llamaré: Bienaventurado!"
"Rabí, me das fuerza y esperanza. Estas palabras tuyas me harán crecer con la fuerza de lo alto".

"¡No solamente tú, Johanan, no solo tú crecerás con la fuerza de lo alto escuchando mis palabras! Más adelante vendrán muchos que, teniendo en el alma y en el corazón mis palabras, crecerán con la fuerza de lo alto, estarán en gracia y Yo, el Rabí de los primeros y de los últimos los llamaré: Bienaventurados!"

Extracto del Libro La palabra continúa 

miércoles, 10 de julio de 2013

“¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si al final pierde su alma?”

Te voy a contar otra breve historia. Una pobre mujer, con su hijo pequeño en brazos, pasaba delante de una caverna, cuando escuchó una voz misteriosa que desde dentro le decía: “Entra y toma todo lo que quieras, pero no te olvides de lo principal. 

Una vez que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo más importante...” La mujer entró toda temblorosa en la caverna y encontró allí mucho oro y diamantes. Entonces, fascinada por las joyas, puso al niño en el suelo y empezó a recoger, ansiosamente, todo lo que cabía en su delantal. De pronto, la voz misteriosa habló nuevamente: “Te quedan sólo cinco minutos”. 

La mujer, afanada, continuaba recogiendo lo más que podía. Al fin, cargada de oro y de piedras preciosas, corrió y llegó presurosa a la entrada de la cueva cuando la puerta ya se estaba cerrando. En menos de un segundo se cerró. Y en ese momento se acordó de que su hijo se había quedado dentro... 

¡La cueva estaba ya sellada para siempre! El gozo de la riqueza desapareció enseguida y la angustia y la desesperación la hicieron llorar amargamente. 

Lo mismo nos sucede a la mayoría de nosotros. ¡Tenemos unos cuantos años para vivir en este mundo, y casi siempre dejamos de lado lo principal! ¿Qué es lo principal en esta vida? Dios, tu vida de gracia, tus valores morales y espirituales, la familia, los hijos y la total armonía con Dios y con tu prójimo. 

Las riquezas y los placeres materiales nos suelen fascinar tanto; el trabajo y otras obligaciones secundarias nos absorben tan en demasía que lo principal siempre se queda a un lado... ¡Así agotamos nuestra vida y olvidamos lo esencial! 

Por eso, nunca te olvides de la enseñanza que nuestro Señor te da el día de hoy: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si al final pierde su alma?”. Recuerda que la vida pasa demasiado rápido y que la muerte nos llega de sorpresa, inesperadamente. Cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones.... Piensa en esto por un momento y no pases de largo ante esta llamada de Dios.....¡¡Pon, desde ahora mismo, manos a la obra!! 

P. Sergio Cordova LC - 
Fuente: http://www.es.catholic.net/

martes, 9 de julio de 2013

Frases del Papa Francisco

No se puede anunciar a Jesús con cara de funeral: “No sean nunca hombres y mujeres tristes: ¡un cristiano no puede estarlo nunca! ¡No se dejen ganar nunca por el desaliento! Quiero católicos felices. No se puede anunciar a Jesús con cara de funeral”

Una Iglesia que cuide la Creación: "Somos guardianes de la Creación, del designio de Dios inscripto en la naturaleza, guardianes del otro, del medioambiente. ¡La persona humana está en peligro: he aquí la urgencia de la ecología humana!”

Desperdiciar alimentos es robar: “En muchas partes del mundo, no obstante el hambre y la desnutrición, se desechan los alimentos. Cuando la comida se comparte de modo justo, nadie carece de lo necesario. Los alimentos que se tiran a la basura son alimentos que se roban de la mesa del pobre, del que tiene hambre”

Contra la cultura del descarte: “El egoísmo y la cultura del descarte han conducido a desechar a las personas más débiles y necesitadas”

Contra la cultura del bienestar: "No, no, no más de un hijo, porque no podemos tomar vacaciones, no podemos ir a tal sitio, no podemos comprar la casa’. Es bueno seguir al Señor, pero hasta cierto punto. Esto es lo que hace el bienestar: nos lleva hacia abajo, nos quita el coraje, aquel coraje fuerte para caminar cerca de Jesús”.

Contra la tiranía de los mercados y el culto al dinero: “El antiguo culto al becerro de oro ha encontrado una imagen nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de una economía, que no tiene rostro. Hoy no manda el hombre sino el dinero. ¡El dinero debe servir y no gobernar!”

Respeto a los no creyentes: “Considerando que muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica, y otros no son creyentes, les doy de todo corazón esta bendición, en silencio, a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que todos son hijos de Dios. Que Dios los bendiga”. (A los periodistas acreditados en El Vaticano)

Los ateos también son salvos: “El Señor nos ha salvado a todos con su sangre, no solamente los católicos. ‘Pero Padre, ¿y los ateos?’ También ellos. ¡Todos! Esa sangre nos hace hijos de Dios de primera categoría. ‘Pero yo no creo, padre, ¡soy ateo!’ ¡Pero haces el bien y allí nos encontramos! Todos tenemos el deber de hacer el bien”.

La Iglesia no es una aduana: “Piensen en una joven madre, que va a la Iglesia: ‘quiero bautizar a mi niño’. Y le dicen: ‘No, no puedes porque no estás casada’. Esta joven, que tuvo el coraje de llevar adelante su embarazo y no devolvió su hijo al remitente, ¿qué encuentra? ¡Una puerta cerrada! ¡Esto aleja del Señor! Jesús se indigna cuando ve estas cosas. A menudo nos comportamos como controladores de fe y no como facilitadores. La Iglesia no es una aduana. Pidamos al Señor que todos aquellos que se acerquen a la Iglesia encuentren las puertas abiertas”. 



Una Iglesia libre de ideologías: "Los ideólogos falsifican el Evangelio. Cualquier interpretación ideológica, venga de una parte o de otra, es una falsificación del Evangelio. Estos ideólogos -y lo hemos visto en la historia de la Iglesia- acaban por convertirse en intelectuales sin talento, éticos sin bondad. Y de belleza, ni hablemos, ya que no entienden nada".

Jesús, única puerta: “Jesús es la única puerta para entrar en el Reino de Dios; todos los otros senderos son engañosos, no son verdaderos, son falsos. […] La identidad cristiana es una pertenencia a la Iglesia… porque no es posible encontrar a Jesús fuera de la Iglesia”.

Que las monjas no sean “solteronas”: “La castidad es un carisma que amplía la libertad de la entrega a Dios y a los demás con la ternura, la misericordia y la cercanía de Cristo (…). Pero, por favor, una castidad fecunda, una castidad que genera hijos espirituales en la Iglesia. La consagrada es madre, tiene que ser madre y no solterona. Perdónenme si hablo así, pero es importante esta maternidad de la vida consagrada, esta fecundidad”.

La oración no es aburrida, la eternidad tampoco: “La oración que nos aburre está dentro de nosotros mismos como un pensamiento que va y viene; la oración en nombre de Jesús nos hace salir de nosotros mismos. […] La eternidad será esto: alabar a Dios. Pero no será aburrido, será bellísimo”.

La confesión no es una sesión de tortura ni una lavandería: “Jesús, en el confesionario, no es un producto de limpieza en seco. La posibilidad de avergonzarse es una verdadera virtud cristiana, e incluso humana. Bendita vergüenza (…). Así es como llegamos a ser conscientes del mal realizado (…) ¿Y si mañana hago lo mismo? Ir de nuevo.... Él siempre nos espera. El confesionario no es una sesión de tortura, sino el lugar donde Dios nos invita a experimentar Su ternura”.

Dios no es un aerosol: "Dios es una persona concreta, no un Dios difuso, un Dios spray, que está un poco por doquier, pero no se sabe qué es”.

La Iglesia no es una niñera: “Si anunciamos el cambio la Iglesia se convierte en una Iglesia madre que genera hijos, para que nosotros, hijos de la Iglesia, llevemos (el Espíritu Santo). Pero cuando no lo hacemos, la Iglesia se convierte no en madre, sino en Iglesia baby-sitter, que cuida al niño para hacerlo dormir. Es una Iglesia adormecida".

Pecadores sí, corruptos no: “El problema no es ser pecadores, sino no arrepentirse del pecado, no tener vergüenza de lo que hemos hecho. Pese a que Pedro era pecador, Jesús mantuvo su promesa de edificar sobre él su Iglesia. Pedro era pecador, pero no corrupto. Pecadores, sí, todos: corruptos, no”.

Que los cristianos trabajen en política: “Los cristianos no podemos lavarnos las manos, debemos meternos en política porque la política es una de las formas más altas de la caridad ya que busca el bien común. Los cristianos deben trabajar en política. La política es sucia, se dice. Pero ¿por qué? ¿Será porque los cristianos no se han metido en política con espíritu evangélico?”. 


La Iglesia no es una ONG piadosa: “Podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, nos convertiremos en una ONG humanitaria, pero no en Iglesia, Esposa del Señor. La Iglesia no es una organización nacida de un acuerdo entre personas, sino la obra de Dios”

Una Iglesia pobre para los pobres: “San Francisco de Asís es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre… Ah, ¡cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres! La pobreza se aprende con los humildes, los enfermos y con todos aquellos que están en las periferias existenciales de la vida. La pobreza teórica no nos sirve. La pobreza se aprende tocando la carne de Cristo pobre en los humildes, los pobres, los enfermos y los niños”.

El que no reza al Señor, reza al diablo: “Cuando no confesamos a Jesucristo me viene a la mente la frase de Léon Bloy: ‘El que no reza al Señor, reza al diablo’. Cuando no confesamos a Jesucristo, confesamos la mundanidad del diablo, la mundanidad del demonio”.

Que la Iglesia salga de las sacristías y los cristianos se vuelvan unos a otros: “Seguir, acompañar a Cristo, permanecer con Él exige salir. Salir de sí, de la tentación de encerrarse en los propios esquemas que acaban por cerrar el horizonte de la acción creativa de Dios. (…) Debemos movernos hacia nuestros hermanos y hermanas, y sobre todo hacia los que están más lejos, los que son olvidados, los que necesitan comprensión, consuelo, ayuda”

Dios nunca se cansa de perdonar: “El Señor no se cansa nunca de perdonar: ¡nunca! Somos nosotros quienes nos cansamos de pedirle perdón. Y pedimos la gracia de no cansarnos de pedir perdón, porque Él no se cansa nunca de perdonar”.

Por un Papa de servicio, no de poder: “No olvidemos que el verdadero poder es el servicio y que el Papa para ejercer el poder también debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su cumbre luminosa en la Cruz”

Pastores con olor a oveja: “Hay curas tristes, y convertidos en coleccionistas de antigüedades o de novedades, en lugar de ser pastores con olor a oveja, en lugar de ser pastores en medio de su rebaño y pescadores de hombre; eso les pido: sean pastores con olor a oveja” 

lunes, 8 de julio de 2013

Todo es y será entre tú y Dios...

A veces las personas son egoístas, ilógicas e insensatas…
AÚN ASÍ… PERDÓNALAS…
Si eres amable, las personas pueden acusarte de egoísta e interesado…
AÚN ASÍ… SÉ AMABLE…
Si eres un vencedor, tendrás algunos falsos amigos y algunos enemigos verdaderos…
AÚN ASÍ… VENCE…
Si eres honesto y franco, las personas pueden engañarte…
AÚN ASÍ… SÉ HONESTO Y FRANCO…
Lo que  tardaste años en construir, alguien puede destruirlo en una hora…
AÚN ASÍ… CONSTRUYE…
El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana…
AÚN ASÍ… HAZ EL BIEN…
Si das al mundo lo mejor de ti, eso puede que nunca sea suficiente…
AÚN ASÍ… DA LO MEJOR DE TI MISMO…

A FIN DE CUENTAS… TODO ES Y SERÁ ENTRE TÚ Y DIOS.
NUNCA FUE ENTRE TÚ  Y ELLOS.




viernes, 5 de julio de 2013

La fe es creer sin ver...

Mensaje de Jesús - Extracto del libro La Palabra Continúa...

Tomás me dijo:
"Rabí, ¿cómo puede el hombre creer en un creador si nunca lo ha visto? ¡Yo creo en tus Palabras, pero creo porque te veo y te escucho! ¿Y quién no te conoce?"
"Tomás, la fe es creer sin querer ver. ¡Dichosos aquellos que creen con confianza, y ven como si realmente hubiesen visto! Tomás lo sabes: creer es ver sin haber visto ni pretender tocar... ¡Hablaremos aún de esto otro día! Aquellos que no me conocen me conocerán, y cuanto más me quieran conocer, más me amarán.
"¡Aquellos que vendrán más adelante me conocerán a través de mis palabras, que dejaré a algunos de vosotros, me conocerán porque mi historia es verdadera, soy la Verdad y la Vida y soy el Maestro, vuestro Rabí, te hablo a ti, Tomás, y hablaré al mundo y también por medio de ti!".
La fe en Mí tiene más mérito cuanto más es confianza. ¡Felices aquellos que creen ciegamente! Ellos son los más puros.
"Rabí, y si la fe es un don del Creador, si quienes creen ciegamente son los elegidos, entonces, ¿y los demás?".
"Tomás, la fe es don y conquista, puesto que DIOS lo puede todo y el hombre es libre de obrar el bien o el mal. Es libre de venir Conmigo, de seguirme, o de seguir otros caminos: pero seguirme a Mí conduce a la Vida.
"Pisar mis huellas por caminos empinados es venir a la Vida, por esto he elegido vivir como hombre en el pensamiento del Padre, en la Trinidad, como hijo.
"¡Y vosotros que me veis me amáis también humanamente, pero también aquellos que no Me verán más que en Mis Palabras dejadas para ellos, me amarán si me quisieren amar puesto que Yo estoy en medio de vosotros ahora, y más adelante estaré en medio de ellos cuando hablaren de Mí, junto a ellos cuando pensaren en Mí, dentro de ellos cuando obraren por Mí!".
Se había hecho de noche, Tomás callaba y pensaba en mis palabras y Yo, Jesús, estaba junto a él...

miércoles, 3 de julio de 2013

No habéis sido creados para el castigo

Aquel ladrón fue crucificado a mi lado… “Hoy estarás conmigo en el Paraíso.”

Las circunstancias de la vida, las enseñanzas, los ejemplos… Y la misericordia divina que todo y a todos comprende… La piedad es un sentimiento que todos deberían probar. Es una de tantas formas de caridad que me gusta encontrar en vosotros. Miradme. Mi vista se detiene piadosa sobre vosotros, sobre vuestras almas, sobre vuestras debilidades… No quisiera que se perdiera ni una sola gota de sangre derramada por mí a favor de la humanidad. 

Piedad, comprensión y amor siempre. No habéis sido creados para el castigo, sino para el premio. La justicia es grande, y cada uno gozará de la felicidad según sus méritos, y la pena según sus pecados. Pero existe el amor del Padre, existe mi amor, existe la luz de nuestro Espíritu… Habéis sido creados para vivir, no para morir. “Hoy estarás conmigo en el Paraíso….” Me basta un gesto de caridad, un gesto de bondad, un pequeño gesto de amor para presentarlo al Padre de vuestra parte.

“Padre, perdónales por el mal que han cometido, que en ellos ha encontrado también el bien.”
Sin embargo, hay pecados imperdonables, pecados contra el Espíritu, pecados contra el amor… ¿Hasta qué punto llega la misericordia? Hasta que encuentra un poco de amor, un granito de amor como el de la mostaza. Hasta que no me traicionen ni me vendan ni me rechacen… No por mí, sino por vosotros que sois Yo; por los ejemplos que arrastran, por los engaños que fascinan, “Padre, perdónales.”

Muchos no saben el mal que hacen, otros lo conocen y lo saben. ¿Cómo pueden entrar? ¿Entrar por la puerta estrecha allá donde se abre un mundo de luz y de belleza, donde encontraréis todo a vuestra medida, vuestros deseos satisfechos, vuestros sueños realizados?

“Hoy estarás conmigo en el Paraíso.” En aquel hombre encontré el bien y el arrepentimiento. El arrepentimiento es la salvación. Mando a los ángeles para sugerir el arrepentimiento, mando a los luminosos e invisibles mensajeros para decir a las almas que se arrepientan… ¡El arrepentimiento es la salvación!

Es el arrepentimiento sincero. “Hoy estarás conmigo en el Paraíso.”

martes, 2 de julio de 2013

El Padre bueno y el Buen Padre...

Padres buenos hay muchos;
buenos padres, hay pocos.
No es difícil ser un padre bueno
en cambio, no hay nada más difícil
que ser un buen padre.-

Un corazón blando basta para ser un padre bueno
pero la voluntad más firme
y la cabeza más clara
son todavía poco para hacer un buen padre.-

El buen padre dice sí cuando es sí y no cuando es no...
El padre bueno sólo sabe decir sí...
El padre bueno hace de su niño un pequeño Dios
que acaba en un pequeño demonio...
El buen padre no hace ídolos...
vive la presencia del único Dios.-

El padre bueno encoge la imaginación del hijo
con juguetes del bazar
el buen padre echa a volar la fantasía del hijo
dejándole crear un aeroplano con dos maderas viejas...

El padre bueno amántela la voluntad del hijo
ahorrándole esfuerzos y responsabilidades...
el buen padre templa el carácter de su hijo
llevándolo por el camino del trabajo y del esfuerzo.-

Y así, el padre bueno llega a viejo
decepcionado y tardíamente arrepentido...
mientras que el buen padre crece en años respetado,
querido, y es, a la larga, comprendido.-

Rosid - Viganó
1988