¡Mis criaturas!
¡Sed Mis samaritanos!
¡Y entonces, amad en Mí al prójimo! ¡A los hermanos!
Sois hombres, sois imperfectos pero, almas Mías, sois también susceptibles de llegar a ser mejores, de crecer en el espíritu, de perfeccionaros.
Pedídmelo, Yo, Jesús, en verdad os digo: os ayudaré siempre a crecer en el espíritu.
¡El espíritu! La única cosa que no tiene fin, que os hemos regalado en un soplo de amor infinito.
El amor Nuestro, verdadera perfección.
¡Mis suspiros! Respirad Conmigo para amar a los hermanos.
¡No os pido una cosa fácil, os pido que Me sigáis!
¡Y el camino para seguirme no es fácil ni llano: es empinado, pedregoso...
¡Sin embargo, sabéis que si Me seguís tendréis la Vida !
¡Esa vida futura que Yo os he dado por amor, y os he dejado en libertad de seguirme o abandonarme, pero os he dicho, desde los tiempos en que vine a la tierra, que solamente para los que Me sigan será la Vida !
Para amar al prójimo debéis vivir Mi Palabra.
Mi Palabra os exhorta al amor, a la piedad, al sacrificio, a la caridad.
¡Vale la pena, Mis almas, cada sacrificio vuestro hecho en Mi nombre!
Vale la pena cierto que sí, ya que tendréis la vida
Yo soy el camino, la Verdad , la Vida.
Vuestro camino, vuestra Verdad, vuestra Vida.
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