Criaturas Mías, Mis ovejitas, os veo vivir, os veo sufrir, os veo gozar, os veo esperar...
La tierra, donde todo se acaba, no puede dar esperanza; la tierra es vuestro camino para llegar a Nosotros.
Y en estos días de la Pasión Yo , que la revivo, revivo también el júbilo de resucitar.
¿Cómo explicar a mentes humanas esta alegría infinita del Cielo?
Y este infinito júbilo del Cielo ha sido y será experimentado por todos los justos.
El instante en que el alma luminosa resucita hacia el Cielo es el momento en el cual toda criatura da gracias por haber nacido en la tierra.
Solamente en ese momento comienza la Verdad.
Y allí es cuando cada criatura dará gracias y gracias por todo lo que ha tenido en la vida terrena.
Todo lo que ha tenido como prueba para la Gloria.
Este resucitar a la Luz eterna no puedo explicároslo con palabras.
Palabras de Luz, sí, pero todavía no, todavía no son tan luminosas como para poderos mostrar claramente la dicha de resucitar.
Cielos azules, sonidos, campanas, melodías, visiones de rostros que habéis llorado, fin de la nostalgia y paz, paz infinita. Una paz que no podéis imaginar.
La verdadera paz del espíritu que no teme más, no desea más, sino que posee eternamente riquezas jamás imaginadas en la tierra.
Y Yo allá, a la espera de toda criatura que retorna a Nosotros. Yo, el más humano de los tres que somos uno y dos, Yo que fui de carne como vosotros para demostraros que se muere pero se renace; estaré Yo, el Hijo, el hermano JESÚS, para ser el primero en sonreíros con la sonrisa eterna conocida y desconocida para vosotros, criaturas Mías.
Yo soy el rayo de luz que va desde la tierra al sol y que os guía.
El pastor que abre el redil.
El amor que os abre el corazón.
JESÚS TE ESPERA
No hay comentarios:
Publicar un comentario