lunes, 12 de octubre de 2015

A pesar de todo...

A pesar de todo, seguiré luchando hasta el final del camino…
No soy la única persona que tiene preocupaciones, problemas y desilusiones…

A pesar de todo, puedo hallar consuelo en tu misericordia…


Muchas veces el dolor es inevitable, aún así, continuaré confiando…

A pesar de todo, nunca perderé la esperanza, me levantaré y una vez más seguiré confiando…

No pierdo la fe, Dios mío,  dame la fuerza para seguir confiando, muy a pesar de todo…

A pesar de todo, puedo mirar el cielo y soñar con que cada día que pasa me acerco un poco mas a aquellos que ya marcharon primero. Especialmente a aquel al que abrazaba a diario, y hoy extraño sus abrazos…


A pesar de todo, debo seguir, seguir y seguir, solo por aquel que hace muchos años pasó por la tierra enseñándonos que fue necesario morir en una cruz, tan solo por amor…

No existe otro camino mas que el que me lleva a la verdadera luz… Esa luz, que contemplo con ansias, a pesar de ser casi un ciego…


A pesar de todo, sé que algún día llegara a visitarme la muerte, esa muerte tan temida por muchos, pero que no es más que una palabra sencilla, que simplemente significa que el tiempo que acabó le da lugar a la eternidad…

Ya no habrá retorno, allí hallaré alivio con los que se me adelantaron, y estaré ansioso por abrazar el alma de los que poco a poco vayan llegando…

A pesar de todo, nunca olvidaré que Jesús me espera, al final del camino…

A pesar de todo, PADRE MIO, seguiré confiando solo en tu inmensa misericordia, para que un día pueda reposar mi alma entre tus dulces brazos…

Yo, Jesús, os devolveré en gloria cada una de vuestras lágrimas.

¡Mis criaturas, estoy con vosotros en cada instante de vuestro peregrinar!
Conozco vuestros corazones, Yo que os conocía desde siempre porque vosotros estáis en Mí y Yo en vosotros.
¡Vosotros sois Mi pensamiento, emanaciones de amor de mi Padre y del Espíritu Divino, que recorréis en la tierra el camino trazado por Mí!
¡El camino para llegar hasta Mí!
¡Y el dolor que os he regalado a todos, es una gracia para vuestros espíritus, ya que por ese medio ellos se han elevado hasta Mí!
Un día fuera del tiempo, en el feliz no–tiempo que ha sido creado para todos vosotros por amor vuestro, olvidaréis toda pena vuestra, cuando el pasado no existirá ya y el presente será eterno.
Yo, Jesús, os devolveré en gloria cada una de vuestras lágrimas.

Yo estoy entre vosotros

Soy Yo quien mueve los hilos invisibles. Abandonaos a mí con confianza y con fe. En mí, amad al prójimo. Todo ha sido hecho para vosotros. En el tiempo, Yo me ocupo de vosotros y os muestro todo mi plan.
Es tiempo de herejías, tiempo de apostasía, pero también de grandes auroras de fe, porque mi Iglesia será siempre mi Iglesia. En aquel tiempo hablaba a mis primeros seguidores, después he hablado al mundo, ahora os hablo a vosotros, en esta noche de vuestro tiempo, con un privilegio y una ternura. Las cosas del mundo. Los dolores del mundo. Todo pasa, pero quedan las obras de amor, capaces de revitalizar todo.
Ahora me dirijo a vosotros, para pediros amor; caridad, amor y testimonio de la Verdad. Confiad en mí, creed en mí. Yo me ocupo de vosotros. Yo, el médico de las almas y de los cuerpos. Vuestro hermano, vuestra luz.
“Vino una estrella a iluminar el mundo” Yo vine por vosotros, y aún volveré por vosotros, porque me buscáis aun inconscientemente, porque me habéis encontrado, y cada criatura que me ha encontrado tiene en sí aquella luz. La luz de aquella estrella que brilló en el mundo, en Belén, aquella noche fría. Ahora, en el silencio, Yo estoy entre vosotros, que me habéis hablado.