miércoles, 31 de octubre de 2012

Los que han resucitado en Mí os miran y sonríen desde la gloria...

¡Mis criaturas!
Los que han resucitado en Mí os miran y sonríen desde la gloria.
¡Y no os abandonan, están a vuestro lado, os llenan el alma con su recuerdo!
No los lloréis! Los reencontraréis!
¡Ahora están Conmigo, a salvo, olvidados de sus dolores y con el alma envuelta en luz!
¡¡El vacío dejado por ellos en vuestras vidas será luz eterna para vosotros cuando los volváis a ver! 
Mis criaturas, Yo, Jesús, en verdad, en verdad os digo:
¡Os los quité, os los devolveré vuestros en la eternidad!
¡Y entonces no lloréis!
Están conmigo, están con vosotros, os sonríen, os sostienen en el dolor: son las escaleras de vuestro Paraíso.
¡Ellos son escalas al Paraíso de quien no los olvida, y vosotros aunque no comprendáis, agradeced!
¡Cuando los volváis a ver, comprenderéis!

viernes, 19 de octubre de 2012

Bienaventurados vosotros, que habéis creído en lo que ahora os he dicho...

Desde la montaña he anunciado a la humanidad las más sentidas palabras de esperanza sobre el dolor del mundo. Dolor que sublima, que santifica, que hace que me busquen a mí y al Padre, después de un tiempo de protesta y rebelión; dolor maestro del espíritu, que después ayudará a comprender el dolor de los demás.
Ahora, después de siglos, aún me dirijo a vosotros, con estas nuevas palabras antiguas. A vosotros, que creéis en estas palabras, a vosotros que me escucháis, en verdad os digo todavía: “Bienaventurados.”
Bienaventurados en la nostalgia de los que habéis perdido; bienaventurados por las lágrimas ocultas, vosotros, que sufriendo sabéis sonreír. Bienaventurados, los que sufrís, porque en el Reino seréis fuertes y felices. Bienaventurados, los que no veis, pero tenéis los ojos espirituales bien abiertos. Bienaventurados, los que escucháis con el alma y sois limpios de corazón. Bienaventurados, todos vosotros, los que habéis sufrido, porque vuestro sufrimiento es riqueza dada por mí, dispensada por el Padre.
Vosotros no la querríais, querríais la felicidad, la riqueza, la salud, la vida de vuestros seres queridos, cercanos a vosotros, no añorados…Querríais todo lo que después tendréis. Bienaventurados vosotros, que pasaréis por la puerta estrecha, y al otro lado de ella me encontraréis a mí, a mi Madre, a vuestros seres queridos, al sol.
Los ciegos verán cosas maravillosas; los sordos oirán música maravillosa… y pobres de vosotros, los egoístas, en medio de vuestro bienestar, vosotros que miráis con compasión al que sufre, sin aliviar un poco su sufrimiento… Bienaventurados vosotros, que os sacrificáis, que sois santos, porque no sabéis que lo sois; vosotros que sois los más ricos, porque aceptáis con serenidad las pruebas. Bienaventurados vosotros, porque poseeréis mi Reino. Tras aquella puerta encontraréis a los ángeles. Ellos son criaturas reales, que os han acompañado en el dolor y apoyado en el sacrificio y en la nostalgia, y han recogido vuestras lágrimas ocultas. Bienaventurados vosotros, que aun en el dolor habéis sido generosos con los que sufrían como vosotros. Bienaventurados vosotros, que compartisteis con los demás vuestro único pan. Bienaventurados vosotros, que hacéis la caridad para con las almas con trabajo y sacrificio. Me defendéis, y se burlan de vosotros. ¡Bienaventurados!
Bienaventurados los mansos, los puros, los pobres en el espíritu y en la realidad, los justos, los perseguidos, los que sufren…El Reino es vuestro; allí os esperan y, una vez llegados, encontraréis lo que no habéis tenido en la tierra, lo que habéis perdido en la tierra, porque habéis llorado. Será reconocida cada una de vuestras obras de amor; los ángeles os llevarán las lágrimas que habéis ocultado, y se convertirán en perlas.
Mantengo, ante mi Padre, cada una de las promesas. Os espero, la puerta está abierta, el sol alto para vosotros; ahora, en el tiempo, en la tierra, estad serenos, porque es grande la felicidad que os espera, y esta certeza no puede por menos de daros serenidad.
Ésta es la fe, ésta es la confianza, ésta es la religión vivida. Bienaventurados vosotros, que habéis creído en lo que ahora os he dicho.
En lo alto de los cielos, un Reino de felicidad, donde no existe más que la belleza, donde nada puede perturbar, y los temores se acaban., donde, unidos entre vosotros, nunca más os separaréis, donde no existen las lágrimas, a no ser las derramadas por la felicidad y la exaltación. Un Reino todo para vosotros, bienaventurados.

Venid a mí, vosotros que estáis doloridos, vosotros desilusionados

Venid a mí, vosotros que estáis doloridos, vosotros desilusionados, vosotros afligidos, vosotros cansados. E intentad ser fuertes en la esperanza, que todo lo que os causa dolor u os oprime es siempre algo pasajero, algo temporal, Yo he venido a indicaros el camino de la felicidad. No en la tierra, donde todo pasa, sino en el cielo, donde todo permanece.


Os traeré conmigo, a vosotros afligidos, estaréis alegres, vosotros apesadumbrados, curados, vosotros, cansados, descansaréis... Venid a mí ahora, posad la cabeza en mi corazón y escuchad su latido: ¡vivid de esperanza!... Todo lo que os causa dolor u os oprime es algo temporal; en el infinito las cosas son para siempre y yo estoy con vosotros para siempre. Todos seréis consolaos, si habéis venido en el tiempo a mí para que os consuele.

martes, 16 de octubre de 2012

Ellos vendrán a vuestro encuentro

Amaos los unos a los otros.
Esto en mi nombre y que este amor sea para siempre.
No sólo en la tierra existen vínculos de amor y de amistad, sino más allá de la tierra. En el reino, quien se ama se encuentra, quien ha vivido sentimientos los revive. No os deja el que va al infinito; presente, invisible, guía vuestro espíritu. Yo os he unido dos veces y para siempre. ¡No debéis temer el no encontraros!
Ellos vendrán a vuestro encuentro en el umbral del tiempo.
Durante el paso terreno: alegrías y dolores, horas serenas, horas oscuras, esperanza, sueños, nostalgia. Y todo el dolor forma parte de la redención, porque es oración sublime.
¿Y después? El triunfo de la felicidad y de la luz. El volverse a encontrar: el volver a comenzar la vida. Una vida nueva, falta de afanes, rica de dicha. Esto os digo, en verdad, para que la oscuridad de vuestra nostalgia se alumbre por la luz de la esperanza.
¡Y tendréis el rostro de la juventud y el alma cantará en vosotros!
– “Rabboni, tú nos prometes un reino nuevo, pero no sabemos dónde y cómo será...”
– “Andrés, el reino del espíritu está por todas partes, es amor, belleza, armonía. Penetra en todo reino, porque el espíritu es libre; todo lo que es belleza estalla allí; todo lo que en la tierra vive, vivirá.
Todos los que en la tierra viven, vivirán...
Es necesario amar, éste es el camino del reino. Es necesario vivir en el propio estado, con los propios deberes. Es necesario tener confianza y fe. Es necesario también soportar y sufrir... ¡El reino!
Son tantos los caminos para conseguirlo; y la esperanza ayuda durante el fatigoso pasaje.
Hace tanto tiempo que vine a la tierra... ¡Ahora muchos no creen en mí!
He dejado pruebas con los milagros, he dejado huellas de amor y de verdad. Y ahora estas palabras para vosotros: ahora luz, ahora esperanza y un dulce viento que limpia, como si fueran hojas, vuestros sentimientos de nostalgia.
Todo revive, todos reviven y os aman, siempre y para siempre”.

domingo, 14 de octubre de 2012

El Mayor en el Reino de los Cielos...


En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron:«¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?» El llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. «Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. «Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.

Del santo Evangelio según san Mateo 18, 1-5.10

Reflexión

El mundo de hoy sólo acepta a los "grandes", a los mejores, a los primeros en el ámbito económico. Se ve también en los jóvenes, cómo ansían tener lo mejor del momento, aunque no les falte nada o lo tengan todo. Esto ha provocado que el hombre se olvide de su dignidad, de que está hecho para conseguir ideales más grandes, que un poco de gloria, por tener abundantes riquezas, no pueden dar.

Así es nuestro mundo, o mejor así hemos hecho nuestro mundo. Pero la realidad de Dios es otra. Es opuesta a los criterios del mundo. Cristo nos dice que si queremos ser los primeros seamos los últimos, y si queremos ser los más grandes sirvamos a todos. Lo que más vale en el hombre es su vida interior, sus virtudes, su voluntad, y no cuánto tiene o posee.

Por eso los más grandes en el Reino de los Cielos son los que son como niños, porque Dios ama a los pequeños de espíritu. ¿Cómo podemos hacernos niños ante Dios? La solución es sencilla, pero muy difícil por lo que significa para cada persona. Hay que ser humildes a ejemplo de Cristo, que supo decir que sí a lo que el Padre le pedía aun cuando le costase muchísimo.

sábado, 13 de octubre de 2012

Un neurocirujano escéptico describe su experiencia cercana a la muerte y dice que “el cielo es real”


Muchos de los que han tenido experiencias cercanas a la muerte regularmente describen imágenes que vieron después de supuestamente cruzar a la otra vida. ¿Quién puede olvidar la historia de Colton Burpo?, el joven que afirma haber ascendido al cielo durante una experiencia cercana a la muerte en 2003. Su historia, inevitablemente, se abrió camino en un popular libro llamado, “El cielo es real”. Pero Burpo no es el único.
Ha habido experiencias similares dicho en los medios de comunicación populares. La última viene del Dr. Eben Alexander, un neurocirujano que, irónicamente, nunca creyó realmente en las experiencias cercanas a la muerte antes de caer en coma. En el número del 15 de octubre de la revista Newsweek, sin embargo, Alexander detalla su pretendido ascenso al cielo y su posterior cambio de corazón.
Con una firme comprensión del cerebro humano, Alexander había desestimado previamente supuestos viajes fuera de la esfera terrenal como un subproducto de lo que ocurre con los seres humanos en medio de un trauma. Sin embargo, eso cambió una vez que se encontró con el cielo. El neurocirujano explica :
En el otoño de 2008… después de siete días en estado de coma en el que quedó inactiva la parte humana de mi cerebro, el neocórtex, experimenté algo tan profundo que me dio una razón científica para creer en la conciencia después de la muerte. [...]
Muy temprano por la mañana, hace cuatro años, me desperté con un dolor de cabeza muy intenso. En cuestión de horas, mi cortex -toda la parte del cerebro que controla el pensamiento y la emoción, y que en esencia nos hace humanos- se había cerrado. Los médicos del Hospital General de Lynchburg en Virginia, un hospital donde trabajé como neurocirujano, determinó que había contraído alguna manera de meningitis bacteriana muy poco frecuente que ataca sobre todo a los recién nacidos. La bacteria E.coli había penetrado en mi líquido cefalorraquídeo y estaban comiendo mi cerebro.
Cuando entré en la sala de emergencia esa mañana, mis posibilidades de supervivencia de algo más que un estado vegetativo ya eran bajas. Durante siete días, yo estuve en un coma profundo, mi cuerpo no respondía, mis órdenes al cerebro superior funcionaban totalmente fuera de línea.
Luego, en la mañana de mi séptimo día en el hospital, cuando mis médicos evaluaban si suspender el tratamiento, mis ojos se abrieron de golpe.
Si bien ese es el resumen de lo que estaba pasando con el cuerpo de Alexander exteriormente, lo que ocurría en el interior, según él, era sobrenatural. En lugar de poner fin a la conciencia una vez terrenal, el neurocirujano dijo que descubrió que “la conciencia existe más allá del cuerpo”. En el artículo de Newsweek, describe su viaje en detalle.
En primer lugar, vio nubes blanco-rosadas sobre un fondo azul-negro (supuestamente el cielo). Por encima de las nubes, dice haber observado “bandadas de seres transparentes y brillantes arquedas en el cielo”. Mientras él no es capaz de definir exactamente lo que observó, los llamó avanzados, formas superiores de ser. Las criaturas estaban muy contentas y llenas de alegría, Alexander recuerda, que creaban un “canto glorioso” cuando se movían.
También hizo hincapié en la interconexión de todo lo observado, escribiendo, “Todo era distinto, pero todo era también una parte de todo lo demás, al igual que los diseños ricos y entremezclados en una alfombra persa… o las alas de una mariposa”.
En este viaje, Alexander dijo que una mujer estaba con él y que ella le entregó mensajes muy puntuales. Aunque ella no hablaba en el sentido tradicional, Alexander era capaz de entender cada palabra. Los mensajes generales fueron: “Ustedes son amados y apreciados, queridos, para siempre” “No tienes nada que temer” y “No hay nada que puedas hacer mal”.
La mujer también le dijo que ella (y  otros) le enseñaría muchas cosas en este mundo nuevo, pero que inevitablemente volvería a la tierra. Estos son sólo algunos de los elementos que el describió. Tan sorprendente como lo que observó es el cambio de corazón que Alexander ha tenido como resultado de la experiencia:
Yo sé muy bien lo extraordinario y francamente increíble que todo esto suena. Hubo alguien -incluso un médico-, que me dijo una historia como ésta en los viejos tiempos, yo había estado bastante seguro de que estuvo bajo el hechizo de algún engaño. Pero lo que me pasó fue, lejos de ser delirante, muy real o más real que cualquier otro acontecimiento en mi vida. Eso incluye el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos. [...]
Antes de mi experiencia, estas ideas eran abstracciones. Hoy en día son realidades. No sólo el universo es definido por la unidad, sino que  también -ahora sé- es definido por el amor. El universo como lo experimenté en mi estado de coma es –lo he venido a ver con sorpresa y alegría- el mismo que tanto Einstein como Jesús estaban hablando de en sus (muy) diferentes maneras.
He pasado décadas como neurocirujano en algunas de las instituciones médicas más prestigiosas de nuestro país. Sé que muchos de mis compañeros sostienen -al igual que yo- la teoría de que el cerebro, y en particular el cortex, genera la conciencia y de que vivimos en un universo desprovisto de cualquier tipo de emoción, y mucho menos de amor incondicional, que ahora conozco que Dios y el universo tienen para nosotros.
Pero esa creencia, esa teoría, ahora está rota a nuestros pies. Lo que me pasó la destruyó, y tengo la intención de pasar el resto de mi vida investigando la verdadera naturaleza de la conciencia y hacer conocer de que somos más, mucho más, que nuestro cerebro físico, lo más claro que pueda, tanto a mis colegas científicos como al pueblo en general.
A diferencia de otros científicos y escépticos, él no cree que las “verdades vivientes espirituales de la religión” hayan perdido su poder. La Iglesia, para Alexander, ahora tiene un significado totalmente diferente, al igual que la idea de que hay un Dios que tiene un amor intenso y abrumador para la humanidad.
A pesar de que todavía se considera a sí mismo como un hombre de ciencia y un médico, él está en contacto con el mundo espiritual y cree que su punto de vista nunca será el mismo. El concluye que “el cielo es real.”

viernes, 12 de octubre de 2012

El don mas grande...

¡Mis criaturas!
¡He llevado la Redención al mundo y a los mundos! ¡Por doquiera he llevado el amor!
Soy la Hostia, soy la Cruz, soy vuestro Jesús.
Amadme, Yo os amo tanto. Cuido de vosotros y por vosotros hago solamente lo que es un bien, aun si vosotros no comprendéis todo lo que sucede en la tierra, y que es siempre para el bien infinito

Del mismo modo que Tomás por Mi voluntad, unido Único y Trino al Padre y al Espíritu que del Uno al Otro procede, os ha hablado de otros mundos en el universo, mirad: Yo en verdad y como revelación os digo que he redimido a los mundos, para la gloria de los Cielos y de los que, habiendo cumplido Mí voluntad, han merecido y merecerán la felicidad eterna.
Pues bien, Mis criaturas, mirad con los ojos de vuestro espíritu: mirad: el juicio de todos los mundos, o de las criaturas de cada mundo al final de los tiempos de los tiempos.
En un Cielo infinito, los mundos finitos y fenecientes: de cada mundo parte un haz de luz, cada haz de luz converge hacia un Gran Sol: el Sol es la Hostia: Yo, Jesús la vida, el Pan de la Vida, el Pan del alma.
En la Hostia hay una Cruz luminosa, Mi Cruz para la Redención que han continuado en Mí los justos, la luz! ¡Y, la sombra que desciende hacia la otra sombra, el mal!
¡Y el mal se dirige hacia la muerte espiritual!          
El mal: el pecado: ¡las almas de los que no han querido ser luz en Mí!
El triunfo de la Redención: la gloria del bien que estalla en un himno de amor.
Y los Cielos son un festival de luz, de colores: los buenos sentimientos de los hombres de todos los tiempos, las obras, los sacrificios, el amor...
La música de los sentimientos de bondad, la inmensa armonía del amor, visible a los ojos espirituales de los que han amado de verdad.
¡Y los Ángeles, los Santos, los Mártires, los puros, los justos, gozan la libertad, la infinita belleza creada más allá de todo tiempo para las criaturas de todos los tiempos!
¡Y la Hostia es luminosa, luminosa es la Cruz: no más muerte, no más dolor... VIDA!

¡Vida eterna para quien Me ha seguido, vida eterna para quien Me ha imitado, vida eterna para quien ha sufrido y aceptado!
Y una vez más en verdad os digo:
¡Felices los que lloran, felices los pobres de espíritu, felices los humildes, felices los que Me aman y saben ofrendar y sufrir en Mi nombre!

¡Como un don para vosotros, Mis pequeños apóstoles, corderos entre lobos, corderos entre los corderos, hombres con debilidades, con defectos, pero con un don muy, muy grande, una riqueza inmensa que vale mucho más que toda riqueza material: vuestra fe en Mí, vuestra confianza en Mí, vuestra esperanza en Mí!

martes, 9 de octubre de 2012

A vosotros os revelo cosas del Cielo que ninguno conoce en la tierra...

Criaturas que Me escucháis, que creéis en Mis palabras, que sabéis atesorar estas palabras Mías.
A vosotros os revelo cosas del Cielo que ninguno conoce en la tierra, sino aquellos como vosotros, esparcidos por todo el mundo, que sienten Mi voz y poseen Mis revelaciones.
Esto es un don de gracia, estas son promesas de verdad, esto es Mi estar en vosotros.
¡Sois pocos los que oís estas palabras, sois pocos los que las guardáis y son pocos los que creen en vosotros y comprenden que Yo estoy en vosotros!
¡Seguid adelante sin temor, no tengáis miedo del juicio de los demás, de los que no os creen ni creen que Yo esté en vosotros!

Escuchad siempre Mis palabras y haced partícipes de ellas a los que creen,, un don también para ellos, también para ellos una promesa de Gracia,
La Religión sabe y os puede dar mucho pero, este mucho, aun pudiendo bastar para el justo que amando al prójimo, vive según Nuestro deseo, es solamente una gota en el mar inmenso y misterioso de aquello que en la tierra se llama el más allá.

¡Los misterios no son para el hombre, al hombre le basta la "Sagrada Escritura" y basta menos aún: ¡su buena voluntad en el obrar bien!

Sin embargo Yo a vosotros, elegidos, os hablo de estos fascinantes misterios de vuestro futuro.
Y a las preguntas de los Sacerdotes sobre la salvación, agrego que vosotros debéis considerar todo esto como una indulgencia que queda impresa en su espíritu.
Entonces, ante la perplejidad que puede crear el pensamiento expresado por Nosotros acerca del Bautismo, Yo en verdad os repito que es así, porque es justo que sea así.
Y todo lo que Yo vengo a decir es verdad de cosas para el bien de los espíritus, y los "Sacramentos", y la "Misericordia", y también la "purificación" más allá de la tierra.
Muchos tienen la "purificación" en la tierra.
Para estos "muchos" existen las conocidas palabras:¡Felices los que lloran, serán consolados!
Cada hombre tiene su modo más adecuado de purificar el propio espíritu.
O ya en la tierra, o bien en el más allá.
Solamente los "escogidos", los puros de espíritu, los santificados en la tierra, los jóvenes y no todos, los bienaventurados afligidos, pueden alcanzar lo alto ya purificados.
¡Vale la pena para todo hombre la fatiga de la purificación para obtener luego el "premio grande", la gran libertad, la Visión Eterna!
En verdad os digo que todas estas son promesas Mías de Gracia.



domingo, 7 de octubre de 2012

POR FAVOR DIFUNDAN ESTE MENSAJE...


POR FAVOR PRESTEN ATENCIÓN Y TOMEN CONCIENCIA PORQUE HOY ESTAMOS SIENDO INVADIDOS POR MUCHOS REPRESENTANTES DE LA NUEVA ERA, QUE LO ÚNICO QUE PRETENDEN ES ALEJARNOS DE DIOS...

AL PRINCIPIO PUEDEN PARECER PRÁCTICAS SEDUCTORAS Y QUE REVITALIZAN NUESTRO SER, PERO SEPAN QUE DETRÁS DE TODO ESTO SE ENCUENTRA EL PADRE DE LAS TINIEBLAS...

RECEN A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, ÉL LES DARÁ SABIDURÍA PARA DISTINGUIR LO VERDADERO DE LO FALSO...

JESÚS NOS TIENE PACIENCIA Y NOS ESPERA SIEMPRE...

POR FAVOR DIFUNDAN CUANTO PUEDAN ESTE MENSAJE... HOY MAS QUE NUNCA NOS INVADEN LOS FALSOS MAESTROS...

NO DEBEMOS PERMITIR QUE LLEVEN A LA PERDICIÓN A NUESTROS HERMANOS...

JESÚS, ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA



La perversidad de los falsos maestros

11 ¡Ay de ellos! Porque siguieron el camino de Caín;  por amor al dinero cayeron en el extravío de Balaam  y perecieron en la rebelión de Coré. 
12 Ellos manchan las comidas fraternales, porque se dejan llevar de la glotonería sin ninguna vergüenza y sólo tratan de satisfacerse a sí mismos. Son nubes sin agua llevadas por el viento, árboles otoñales sin frutos, doblemente muertos y arrancados de raíz;
13 olas bravías del mar, que arrojan la espuma de sus propias deshonras, estrellas errantes a las que está reservada para siempre la densidad de las tinieblas.
14 A ellos se refería Henoc, el séptimo patriarca después de Adán, cuando profetizó: "Ya viene el Señor con sus millares de ángeles, 
15 para juzgar a todos y condenar a los impíos por las maldades que cometieron, y a los pecadores por las palabras insolentes que profirieron contra él".
16 Todos estos son murmuradores y descontentos que viven conforme al capricho de sus pasiones: su boca está llena de petulancia y adulan a los demás por interés.

CARTA DE SAN JUDAS


Los anticristos

7 Porque han invadido el mundo muchos seductores que no confiesan a Jesucristo manifestado en la carne. ¡Ellos son el Seductor y el Anticristo!
8 Ustedes estén alerta para no perder el fruto de sus trabajos, de manera que puedan recibir una perfecta retribución.
9 Todo el que se aventura más allá de la doctrina de Cristo y no permanece en ella, no está unido a Dios. En cambio, el que permanece en su doctrina está unido al Padre, y también al Hijo.
10 Si alguien se presenta ante ustedes y no trae esta misma doctrina, no lo reciban en su casa ni lo saluden.
11 Porque el que lo saluda se hace cómplice de sus malas obras.

SEGUNDA CARTA DE SAN JUAN





Déjate...

Hermosa canción...


Jesús te espera...

Testimonio de Conversión de actriz mexicana...

Testimonio de conversión de la actriz mexicana Karyme Lozano...


Jesús te espera...

lunes, 1 de octubre de 2012

El Hombre del sudario...

Os hago a vosotros esta revelación y después al mundo, ¡porque llegará el tiempo en el cual todos convendrán sobre la verdad del Hombre del sudario!
¡Y Yo, Jesús, soy el hombre del Sudario!
Envuelto en el lienzo, Mi cuerpo: un cuerpo humano puesto que soy verdadero hombre y, al mismo tiempo, divino, porque soy Aquel que es. ¡Nacido a través de un rayo de luz: fui luz a través del cuerpo de Mi Madre, para ser la luz del mundo, del universo! ¡Luz de Luz, DIOS de DIOS!
Envuelto en el lienzo, Mi Cuerpo irradió luz, luz en el último suspiro, luz para el mundo y para el universo.
Esta luz sobrenatural, que es la luz del Pensamiento de Nuestro Padre, que es Mi luz, puesto que Yo existo en la Trinidad, y que es la luz de Nuestro Espíritu, quedó impresa en el lienzo, para que en el tiempo, y este tiempo está próximo, la humanidad pudiera conocer Mi verdadero rostro, y el momento ha sido elegido: ¡es el momento en que es la ciencia, la que quiere constatar, es la soberbia la que quiere hacer saber, es el hombre que cree poder hacerlo todo!
¡Y entonces, Mi rostro, y entonces el milagro de Mi rostro!


Y Mi voz, que habla a los espíritus y dice en verdad: nadie puede hacer las cosas que hace DIOS, el hombre es pequeño, DIOS, Inmenso, el hombre es pequeño pero amado inmensamente por DIOS: he aquí un regalo para vosotros, criaturas, un regalo para una época difícil, para testimoniar más aun la Verdad: ¡Yo, Jesús, soy DIOS, y el sudario lo demuestra materialmente!
¡He elegido un momento en el cual el hombre a través de pruebas evidentes, reconoce la Verdad y todavía amor... y todavía misericordia!
¡Mi rostro, dejado en imagen para vosotros y para los que vendrán después, es otro acto de misericordia!
Cuando el alma se libera del cuerpo, luego de la prueba terrena, llega envuelta en luz, admite sus pecados y goza de esta luz: ¡la luz de Nosotros Trinidad!
El hombre nace de una manera distinta de la que nací Yo, Jesús, en la tierra, y entonces llega después, el alma liberada del cuerpo, a ser envuelta en luz; mientras que Yo, como DIOS, la Luz del mundo y del universo, he enviado Mi luz que, unida a la luz del Padre y al mismo tiempo, es la misma luz, y la luz del Padre inundó Mi luz y dejó una huella luminosa sobre el lienzo, que imprimió Mis rasgos, que imprimió mis heridas: signo del amor y de la Misericordia de Nuestro Padre que me envió a la tierra por vosotros, y dejó de Mí una imagen para vosotros, el último acto de Su Misericordia a fin de que se Me reconozca, para que, conociéndome, muchos se salven.

CONFIRMAN QUE EL SUDARIO DE TURIN ES AUTENTICO: VER MAS EN...